Draymond Green fue el mejor ejemplo de impotencia de los Warriors. Su partido fue lamentable y tuvo que haberse terminado en el segundo cuarto, cuando agredió de mala manera a Steven Adams (tal y como se puede ver en este vídeo).
Sucedió mediado el segundo acto. Green le pegó una patada en los genitales a Adams, que quedó tendido en el suelo. Si alguien pudiera pensar que la acción es accidental, habría que recordarle que es la segunda vez que Green se comporta de este modo en los playoffs. Desde luego, parece una patada intencionada.
Sin embargo, los árbitros fueron benevolentes y no le expulsaron. Se limitaron a pitar una flagrante de tipo 1. Green hizo un partido deplorable y acabó con 6 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias y una serie de 1 de 9 en el tiro.