Se acabó. Los Thunder se comieron a los Spurs. Poco se podía esperar este desenlace viendo el primer partido de la semifinal, que acabó 124-92 a favor de San Antonio. Pero a partir de ahí llegó lo impensable, 2 victorias de OKC en el AT&T Center cuando los texanos solo habían perdido 1 partido en casa en toda la temporada regular.
Merecida clasificación de Thunder para las Finales del Oeste que le enfrentarán a Warriors. Excelente el trabajo de Billy Donovan en la banda y el rendimiento de Russell Westbrook y Kevin Durant en la pista. Y brutal el sexto y definitivo partido, cuyo dominio estuvo siempre en manos locales.
Al final, el 113-99 no hace justicia a la tremenda superioridad de Oklahoma. El segundo cuarto marcó la noche con un inesperado parcial de 30-12 que llevó el partido al descanso hasta un descorazonador, para los texanos, 55-31. Un triple de Kevin Durant cerró la primera parte.
Para entonces, la impresión era casi definitiva: los Spurs iban a caer eliminados. San Antonio alcanzó el descanso con un 31% en el tiro, sin haber metido un solo triple (0 de 8), con más pérdidas de balón que asistencias (6 por 5), lo que revelaba una falta total de circulación de balón, y con los suplentes habiendo aportado 2 puntos con un 1 de 10 en el tiro. Es decir, el equipo andaba más que roto.
Impotencia texana
La continuación no fue más que una constatación de la impotencia visitante. OKC, que llegó a tener 28 puntos de ventaja en el partido, nunca sufrió y cerró el tercer cuarto con un esclarecedor 91-65. Todo había terminado. El 4-2 estaba servido.
Una victoria incontestable con un Kevin Durant imparable que se fue a 37 puntos y 9 rebotes con un 50% en el tiro de campo y desde la perfección en el tiro libre. Russell Westbrook firmó 28 tantos y 12 asistencias. Es decir, entre ambos 65 puntos.
Además, 15 tantos y 11 rebotes de Steven Adams e inesperada irrupción de André Roberson con 14 puntos tras estar fino desde el triple y apoyar en el rebote. Serge Ibaka hizo 8 puntos y 10 rebotes en 34 minutos.
En San Antonio, Tim Duncan fue de lo mejor con 19 puntos en 34 minutos. Inexistente Tony Parker, superado por las circunstancias, y discreto Manu Ginóbili, autor de 5 puntos y 2 asistencias. Los mejores, con Duncan, los de siempre: Kawhi Leonard (22 puntos) y LaMarcus Aldridge (18 tantos y 14 rebotes).
Las variaciones de Popovich
Al final, de nada sirvieron algunos intentos de Gregg Popovich de cambiar el rumbo del partido. Ni la presencia del veterano Kevin Martin en una fase temprana del partido sirvió, ni lo hizo la búsqueda de rebote con Boban Marjanovic, que se cargó de faltas pronto, ni el prescindir de Boris Diaw durante toda la noche o recortar los minutos de Patty Mills.
De este modo, los Spurs se quedan fuera en una serie no exenta de polémica tras ganar 67 partidos en fase regular, su mejor marca de siempre, y firmar un 40-1 en casa, récord empatado de la NBA. A veces, el baloncesto es muy cruel.