La que se ha liado en Lakers no es ni medio normal. Se han roto todos los códigos internos de un vestuario. Y la situación se hace insostenible. La gran apuesta del equipo, D'Angelo Russell, ha quedado aislada en el vestuario. Y su afición abucheó al jugador anoche.
Tremendo ver cómo el Staples Center abucheaba de forma estruendosa al número 2 del último draft. Russell no sabía dónde meterse. Su afición le recriminaba de forma harto elocuente. Sus compañeros de equipo no le quieren ni ver.
La cosa es seria. El joven jugador grabó a su compañero Nick Young sin su consentimiento. Una grabación de vídeo en la que Young hablaba de sus infidelidades nocturnas. Y aquí entra un elemento que hace más mediática la historia. Su prometida, tienen previsto casarse en verano, es la famosa rapera australiana Iggy Azalea.
Hasta ahí todo habría sido lamentable. Pero como todo puede ir a peor, fue. El vídeo salió a la luz pública a través de un portal rosa de Estados Unidos. Y la que se ha liado es monumental.
Se comenta que detrás de la filtración del vídeo podría estar el entorno de la rapera Nicki Minaj, cuya relación con Iggy Azalea no es precisamente idílica.
Reacciones y disculpas
La propia Iggy Azalea reaccionó agradeciendo a través de Twitter a Russell la grabación del vídeo. Que cada uno entienda ese 'agradecimiento' como quiera.
Lo cierto es que Russell, visto el cariz de los acontecimientos y el vacío de sus compañeros de vestuario, tuvo que dar una rueda de prensa. Fue antes del partido jugado anoche entre Lakers y Heat. Y un poco antes de que el público le abucheara con ganas.
En la rueda de prensa pidió disculpas por lo ocurrido y dijo entender si Young no aceptara sus disculpas.
Además, Russell reconoció en The Vertical a Adrian Wojnarowski su pesadumbre: "Estoy apesadumbrado", ha reconocido. "Me gustaría que esto nunca hubiera sucedido", concluyó.
Todo este lío incomprensible llega además en la peor temporada de la historia de Lakers. Resultados deportivos lamentables y la gran leyenda del equipo, Kobe Bryant, a unos días de retirarse del baloncesto. La afición está harta. Y Russell ha colmado el vaso con su lamentable proceder.