Sin palabras. Así volvió a dejar anoche Stephen Curry a todos los que asistieron a la exhibición de tiro exterior que una noche más ofreció sobre la pista. El base de los Warriors anotó 12 triples para sumar 46 puntos. El último de esos triples dio la victoria a su equipo ante los Thunder en la prórroga (118-121).
El tiro ganador de Curry fue una muestra de lo poco que se puede hacer por defender a un jugador que anota desde donde otros ni siquiera miran hacia la canasta. Falló Russell Westbrook el último ataque de los Thunder, capturó el rebote Andre Iguodala y le pasó el balón a Curry. Quedaban apenas 4 segundos y no había tiempos muertos.
El base de los Warriors condujo el balón hacia el campo rival y cuando estaba todavía a casi 10 metros de canasta, lo que hizo que su defensor le diera una mínima distancia, se levantó y con toda tranquilidad lanzó para anotar, limpia, la canasta de la victoria y silenciar a una grada del Chesapeake Energy Arena estupefacta.
Curry terminó el partido con 12 triples anotados de 16 intentos, el mayor número de triples anotados en un partido esta temporada, un registro que él mismo había batido en su partido anterior.
Esas 12 canastas son, además, el máximo número de triples logrado por un jugador en un solo partido en la historia de la NBA, igualando los registros previos de Kobe Bryant (2003) y Donyell Marshall (2005), aunque estos necesitaron 18 y 19 intentos para lograrlos.
No solo eso. Suma ya 288 triples esta temporada, una cifra que nadie había logrado nunca en la NBA. Pulveriza su propia marca (286), lograda la pasada temporada, y es que no hay que olvidar que todavía tiene 24 partidos por delante.
Gran partido en Oklahoma
Más allá de las espectaculares cifras de Curry, se vivió un gran partido lleno de emoción en Oklahoma City. Los Thunder llegaron a tener 14 puntos de ventaja en el primer cuarto, pero a partir de ahí los guarismos del marcador se igualaron.
Aun así los Warriors llegaron a remolque a los últimos minutos y un triple de Kevin Durant a 14 segundos del final (103-99) pareció poner todo de cara a los Thunder.
Sin embargo, Klay Thompson acortó la ventaja y, a continuación, un mal pase de Durant a 3 segundos del final ofreció a Iguodala la posibilidad de empatar desde el tiro libre con solo 7 décimas en el reloj. Lo logró y envió el partido a la prórroga tras errar Durant un muy forzado último tiro.
La prórroga fue de los Splash Brothers. Curry anotó 3 triples para 12 puntos, incluida su increíble canasta final, y Thompson, 6 tantos para acabar 32. Draymond Green solo sumó 2 puntos en todo el encuentro, pero dio 14 asistencias y recuperó 6 balones a los que añadió 14 rebotes y 4 tapones.
A los Thunder, no les fueron suficientes los 37 puntos y 12 rebotes de Durant, 7 de 11 desde más allá del arco, los 26 y 13 asistencias de Westbrook, ni los 15 y 20 rebotes de Serge Ibaka. Todo ese esfuerzo quedó frustrado por un jugador que ha convertido la línea de 3 puntos en una atalaya casi inexpugnable desde la que fulminar a sus rivales.