Stephen Curry tiene un nuevo récord que añadir a su palmarés. Rompió el empate con Kyle Korver y sumó anoche, ante Orlando, su 128º partido consecutivo anotando al menos 1 triple. Y no hizo solo 1, sino 10 para terminar con 51 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias en otra estratosférica actuación del base de los Warriors.
La ofensiva de los de Oakland (114-130) resultó imparable para los de Florida y es que, si los actuales campeones ya son muy difíciles de parar por cualquier equipo, con su líder en estado de gracia, la tarea se convierte en imposible. Curry anotó 10 de sus 15 intentos triples y 20 de sus 27 tiros de campo para sumar sus 51 puntos en solo 34 minutos. Una efectividad impresionante.
No fue el único, porque los Warriors anotaron el 60% de sus tiros y el 52% de sus triples. Con ese nivel de acierto, poco importó que perdieran 20 balones y de poco sirvieron los esfuerzos de Evan Fournier, Aaron Gordon o Nikola Vucevic -20, 19 y 17 tantos- por contrarrestar lo incontestable.
Los Warriors, que anotaron 71 puntos en la segunda mitad para poner tierra de por medio en el marcador, suman ya 52 victorias en 57 partidos. El resto siguen dando vueltas a qué hacer para pararlos. Por ahora, no hay respuesta.