El montaje realizado por la NBA resulta fascinante, e incluso algo agobiante por momentos. Se trata del récord de Stephen Curry resumido en 128 segundos.
Es decir, vemos triples de Curry en los 128 partidos consecutivos en los que al meter al menos 1 triple por juego batió el récord de la NBA que tenía Kyle Korver. La relación es tremenda. A cada partido se le dedica una media de 1 segundo. Solo cabe disfrutar de este portentoso jugador.