El nuevo general manager de los Brooklyn Nets, Sean Marks, se ha estrenado con la ya anunciada decisión de despedir a Andrea Bragnani. La franquicia ha anunciado su decisión tras negociar en las horas previas la rescisión del contrato del decepcionante número 1 del draft de 2006.
Los Nets habían estado intentando traspasar al jugador romano en las últimas semanas, pero no tuvieron éxito ante el escaso interés existente en el mercado por hacerse cargo de un contrato que, aunque de mínimos, no finalizaba hasta el verano de 2017.
Finalmente, tal y como todos esperaban, los Nets han optado por dar de baja al jugador sin contraprestación alguna y librarse así del italiano, convertido en los últimos años en un lastre económico y deportivo para los equipos por los que ha pasado.
Su rendimiento no ha parado de ir a menos, al tiempo que iban a más sus problemas físicos y su falta de interés a la hora de superarlos, así como su falta absoluta de intensidad sobre la pista tanto en ataque como en defensa.
Esta temporada, apenas promedia 6,6 puntos en 14 minutos de juego con un espantoso 19% desde el triple. Ni siquiera a uno de los peores equipos de la liga, como lo son los Nets, le resultaba útil el jugador italiano.