San Antonio vio truncada su racha de 13 triunfos consecutivos de la forma más abrupta, siendo machacado por su máximo rival, Golden State. Los Warriors volvieron a ejercer su rodillo para ganar por 30 puntos a los Spurs con Stephen Curry como MVP indiscutible.
Los de Steve Kerr le metieron 120 puntos a una defensa que encajaba menos de 90 puntos por partido al llegar al Oracle Arena. Al final, un tremendo 120-90 que permite a los locales continuar invictos en casa con un 21-0 y alcanzar una marca de 41-4 frente al 38-7 de Spurs, que se vio completamente desbordado sin que la ausencia de Tim Duncan pueda valer de excusa.
Lo de Curry, apoteósico: 37 puntos, 6 triples y 5 robos en 28 minutos de juego. Estuvo sentado en la banda en los últimos 13 minutos del partido. Antes, en el tercer cuarto, ya había decidido entre gritos de MVP y ovaciones cerradas. Porque el parcial de 33-19 del tercer acto, crucial para romper ya definitivamente el partido, llevó la firma de Curry, autor de 18 puntos en dicho cuarto.
Además, buen partido de Draymond Green en líneas generales y memorable en defensa anulando a LaMarcus Aldridge. Y noche perfecta de Shaun Livingston desde la segunda unidad.
En San Antonio, 16 puntos de Kawhi Leonard, excelente primera parte de David West y notables estadísticas en los minutos de la basura del gigante Boban Marjanovic. Mientras, Tony Parker metió 5 puntos nada más iniciarse el encuentro y ya no volvió a anotar en todo el partido.
El choque registró la friolera de 47 pérdidas de balón, con los dos equipos por encima de las 20.
Una máquina de hacer baloncesto
Warriors es una máquina de jugar al baloncesto, y sus exhibiciones no cesan: ¡34 puntos de ventaja en Cleveland, 31 en Chicago y 30 en casa ante San Antonio! No hay palabras.
El primer cuarto del partido ya marcó la tendencia del mismo: Spurs iba a encajar muchos puntos. Y Curry ya empezó como una moto al anotar 15 puntos en ese primer cuarto.
Al descanso, un claro 62-47 con Green anulando a Aldridge, Curry, Klay Thompson y Livingston marcando la ofensiva local y los Warriors en un 58,5% en el tiro de campo, un perfecto 10 de 10 en libres y nada menos que 20 asistencias.
Empezó el tercer acto con recuperación texana gracias a Kawhi Leonard, pero fue un espejismo. Porque surgió de nuevo el huracán Curry y lo arrasó todo hasta hacer añicos a su gran rival.