Los Cavaliers y los Warriors difícilmente podrán olvidar, para lo malo y para lo bueno, el Día de Martin Luther King de 2016. Porque en el duelo de finalistas de la NBA, los californianos humillaron de forma salvaje a los de Ohio en Cleveland: 98-132.
Golden State ya ganaba al descanso por un contundente 44-70, llegó a dominar por 43 en la segunda parte y se plantó en el inicio del cuarto final con una ventaja de 37 puntos (67-104). Números esclarecedores.
Liderados por un Stephen Curry imparable que metió 35 puntos en los 3 primeros cuartos y luego descansó, los Warriors terminaron el partido con un 54,1% en el tiro de campo, 19 de 40 desde el triple, 33 asistencias y solo 8 pérdidas de balón, ofreciendo un balance maravilloso entre su ataque y su defensa.
Warriors está en 38-4
El equipo dirigido por Luke Walton venía de hacer su peor racha del curso, 2 derrotas en 3 partidos, pero ante un gran reto volvió a exhibirse, y a demostrar que tiene tomada la medida a Cleveland. Y ya están los de la Bahía de San Francisco con un balance de 38-4.
Curry acabó con 35 puntos en 28 minutos tras meter 12 de sus 18 tiros de campo y enchufar 7 triples. Además, 20 tantos de Andre Iguodala con 4 de 5 triples y 16 puntos, 7 rebotes y 10 asistencias de Draymond Green.
Los Cavs, un desastre. Su máximo anotador fue un LeBron James muy limitado por el rival. Hizo 16 puntos. Pero es que Kyrie Irving sumó 8 con un 3 de 11 en el tiro y Kevin Love acabó con 3 tras solo lanzar 5 veces a canasta.