Estados Unidos se empieza a enamorar de un joven griego ciertamente atípico: Giannis Antetokounmpo. Giannis es heleno, negro, solo tiene 20 años, goza de un físico interminable y puede jugar en cualquier posición. Anoche, se lució ante LeBron James.
Ante LeBron, frente a los Cavaliers y delante de Estados Unidos. Porque anoche Milwaukee Bucks fue por fin televisado por la TNT tras 13 años de ostracismo.
Los Bucks perdieron 115-100 ante los Cavs de LeBron James y Kevin Love, pero Antetokounmpo no perdió la ocasión para reivindicarse como un jugador con un potencial infinito.
El alero terminó con 33 puntos (su récord personal en la NBA) y 5 rebotes tras anotar 12 de sus 15 tiros de campo y los 8 libres de los que dispuso. Y hasta el propio LeBron James reconoció al final del encuentro que estaba impresionado con el joven jugador.
Antetokounmpo promedia esta temporada 18,4 puntos y 6,8 rebotes en 11 partidos con un 52% de acierto en el tiro de campo. Su juego sigue creciendo. Y muchos piensan que su límite es difícilmente predecible.