Halloween es una fiesta muy especial en Estados Unidos. La noche se viste de disfraces terroríficos y de tradicionales guiños. Y la NBA no podía ser menos. Franquicias, jugadores, técnicos, público... nadie se evade del embrujo de Halloween.
Uno de los que más sorprendió en la fiesta del terror fue LeBron James, que se disfrazó de Prince, se subió a un escenario e interpretó la archiconocida canción del artista de Mineápolis "Purple Rain".