El Oeste sigue siendo el salvaje Oeste. Lo lleva siendo ya demasiados años ante un Este que intenta todavía rearmarse. En el Oeste está el vigente campeón de la NBA, Golden State Warriors, que defenderá título cargado de calidad, pero también plagado de adversarios de nivel. Crecen dos equipos que ya eran equipazos, Spurs y Clippers, mientras que los Rockets mantienen el grueso de jugadores que les llevó a las Finales de Conferencia.
Mientras, habrá que estar atentos a Thunder si a Russell Westbrook y Kevin Durant les acompaña la salud, como no habrá que perder de vista a los siempre competentes Grizzlies y a los emergentes Pelicans, con un Anthony Davis lanzado hacia lo más alto.
Una vez más, la División Sudoeste será una locura con Spurs, Rockets, Mavericks, Grizzlies y Pelicans en liza. Brutal. Las demás divisiones parecen estar a años-luz.
DIVISIÓN NOROESTE
OKLAHOMA CITY THUNDER (5-1).- Oklahoma ha hecho una apacible y muy productiva pretemporada en la que ha ganado casi todos sus partidos de la mano de unos sanos Kevin Durant -18 puntos por partido con grandes porcentajes- y Russell Westbrook -17,4 y 8,4 asistencias-. Y a eso se aferra el equipo. A que sus dos máximas estrellas no sufran el calvario que sufrieron la pasada temporada.
El equipo mantiene sus piezas casi al 100%, pero varía en un aspecto crucial: llega un nuevo entrenador. Nada menos que el exitoso (en la NCAA) Billy Donovan, apoyado en la banda por la experiencia de técnicos NBA como Mo Cheeks o Monty Williams.
Más allá de ese cambio crucial, estos Thunder que maneja Sam Presti desde los despachos solo se han desprendido de Perry Jones y Jeremy Lamb, dos jugadores que no cuajaron en el equipo. No parece nada serio. Porque la escuadra de Donovan cuenta con dos superestrellas apoyadas por jugadores de gran enjundia. Son los casos de Dion Waiters, del internacional español Serge Ibaka y de los también interiores Enes Kanter, al que se le ha visto espectacular en las últimas semanas, y Steven Adams.
OKC tiene plantilla para brillar y para dejar atrás su eliminación en fase regular de la pasada campaña. Pero siempre parece que le falta algo, un poquito. A lo mejor ese poquito que le faltaba lo pone el nuevo cuerpo técnico.
DENVER NUGGETS (4-3).- A pesar de los buenos números de la pretemporada, este equipo dice poco y no mueve al optimismo. La franquicia de Colorado se ha quedado atrás en el siempre dinámico Oeste. Poco a poco ha ido perdiendo fuelle y esta vez se ha quedado sin Ty Lawson, si bien esta baja puede olvidarse si el novato Emmanuel Mudiay funciona como se espera.
Por de pronto, ya ha sido el mejor del equipo en la pretemporada con 15 puntos y 5,4 asistencias por juego. Las llegadas de Mudiay, del también novato Nikola Jokic (11,7 tantos en octubre) y del veterano Mike Miller se antojan a todas luces insuficientes dado el nivel de la conferencia.
Denver viene de ganar solo 30 partidos y no parece que vaya a mejorar mucho. Lo más positivo de la preparación, además de Mudiay, ha sido ver sano y con buen nivel a Danilo Gallinari y observar el buen rendimiento del francés Joffrey Lauvergne. Pero a la plantilla le falta mucho. Ni siquiera una buena temporada de Kenneth Faried cambiaría las cosas. Los Nuggets no irán a ninguna parte.
PORTLAND TRAIL BLAZERS (3-4).- Si los Nuggets no tienen 'punch', ¡qué decir de los Trail Blazers! Ningún equipo se ha empobrecido tanto este verano como Portland. Y habría que remontarse para recordar una desintegración tan poco controlada de un equipo. Parece que Paul Allen ha decidido invertir en otras empresas.
El capítulo de altas y bajas es un campo de batalla para los aficionados. Se han ido el jugador franquicia LaMarcus Aldridge, Nicolas Batum, Wesley Matthews, Arron Afflalo, Robin Lopez y Dorell Wright, prácticamente todo el tuétano de la plantilla. A cambio no ha llegado nada de interés salvo Mason Plumlee.
Con estos mimbres, poco podrá hacer Terry Stotts, que la pasada campaña fabricó un pequeño milagro al llevar a su escuadra a la cuarta posición del Oeste con 51 victorias. Esta vez, los playoffs se antojan un sueño imposible. No tienen opciones de nada. Damian Lillard -máximo anotador de la NBA en pretemporada con 26 puntos- se ha quedado solo. Tendrá al lado a Plumlee, a un C.J. McCollum que ha brillado en octubre promediando 18,3 puntos y poco más. El equipo es, ahora mismo, un erial.
UTAH JAZZ (3-4).- El equipo del estado mormón está siempre en tierra de nadie. Eso sí, siempre fuera de playoffs. Y eso que la pasada campaña cumplió de sobra hasta alcanzar 38 triunfos. Pues, todo sigue igual. Apenas llegan 3 jugadores: el novato Trey Lyles y los ex ACB Raul Neto y Tibor Pleiss.
Por lo demás, se mantiene el grueso de la plantilla con Gordon Hayward al frente, acompañado de elementos interesantes como Trey Burke, que ya anda fino físicamente ahora, Alec Burks y Derrick Favours.
Habrá que estar atentos a la evolución de jóvenes jugadores como Rudy Gobert y Rodney Hood -buena pretemporada-. Porque al australiano Dante Exum no le veremos en toda la temporada por culpa de una grave lesión en la rodilla izquierda. Tras su decepcionante año de novato, había expectación por verle. No será posible.
MINNESOTA TIMBERWOLVES (2-5).- Los Timberwolves tienen que lidiar de inicio con la tragedia. Y eso es ya un obstáculo peliagudo. Acaba de fallecer Flip Saunders, entrenador, presidente y accionista minoritario del equipo.
El ánimo de todos anda por los suelos mientras Sam Mitchell ocupa en la banda el boquete dejado por Saunders. Y es un desastre doble, porque este equipo joven y talentoso necesitaba empezar con calma una temporada en la que todos apuestan por dejar atrás el horrible balance, solo 16 victorias, del pasado curso.
Minnesota ha hecho una cosa muy bien. Arropar a los más jóvenes con la paulatina llegada de jugadores con mucha experiencia, jugadores como Kevin Garnett -el alma del vestuario-, Kevin Martin, Andre Miller o Tayshaun Prince. El resto es un cóctel potencialmente maravilloso, pero también potencialmente explosivo. Porque habrá que repartir tiempo y mimos.
Una gran noticia ha sido ver a Ricky Rubio recuperado y una mala es contemplar cómo Nikola Pekovic sigue sin estar sano. La plantilla contiene a los dos últimos números 1 del draft, Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns, pero también cuenta con los citados Rubio y Martin, así como con los jóvenes talentosos Zach LaVine, Shabazz Muhammad y Gorgui Dieng.
El equipo ha incorporado a 3 novatos de calidad: el nombrado Towns, el europeo Nemanja Bjelica y Tyus Jones -MOP de la Final de la NCAA-. Deberían luchar por los playoffs, pero la tarea va a resultar ingente.
DIVISIÓN PACÍFICO
SACRAMENTO KINGS (5-1).- George Karl ha llegado a Sacramento y esa es ya una gran referencia. Es cierto que el veterano técnico ya ha estado en la cuerda floja antes de jugar un solo partido por sus desavenencias con la estrella del equipo, DeMarcus Cousins, pero parece que se van limando las asperezas.
Lo cierto es que Karl puede ser ese añadido que envíe a este equipo a los playoffs. Los Kings han hecho muchísimos cambios (9 altas y 9 bajas), pero lo poco que han conservado es su columna vertebral integrada por DeMarcus Cousins, Rudy Gay, Darren Collison y Ben McLemore. A ellos se añaden los recién llegados Rajon Rondo -una gran incógnita-, Caron Butler, Marco Belinelli -15,7 puntos de media en una fantástica pretemporada-, Kosta Koufos y el novato Willie Cauley-Stein. Parece materia más que interesante por experiencia y calidad.
Gay (18 puntos) y un irregular Cousins (17,8) ya han ofrecido un adelanto de su ejercicio de líderes en la pretemporada. El equipo viene de ganar solo 29 partidos. En la próxima campaña ganará, sin duda, bastantes más, pero la duda es saber si esa mejora será suficiente para alcanzar los playoffs. Están en ello.
PHOENIX SUNS (4-2).- Poco queda de aquella revolución de los Suns con Jeff Hornacek al frente en la que el equipo estaba plagado de bases eléctricos y hombres pequeños de calidad. Los Suns completaron una notabilísma temporada 2014-2015, pero está claro que no tendrán gas para seguir el ritmo del Oeste.
Al menos, el lío del verano parece superado. El equipo traspasó a Marcus Morris y su hermano, Markieff Morris, se sintió más que molesto. Siempre había jugado al lado de su gemelo. Se montó un revuelo enorme, pero Markieff no solo sigue en la escuadra, sino que ha sido de lo mejor de ella en lo que llevamos de octubre.
Dejando atrás esta serpiente de verano, Phoenix ha fichado a Tyson Chandler y Mirza Teletovic y ha perdido a Morris y a un Gerald Green que se ha salido en la pretemporada. El equipo tendrá a Eric Bledsoe, Brandon Knight y Markieff Morris como referencias ofensivas a la espera de la evolución de los jóvenes T.J. Warren y Alex Len, que han llegado con ganas del verano.
LOS ANGELES CLIPPERS (3-3).- Éste era ya un equipo potencialmente ganador y ahora lo es aún más al multiplicar su poder en el mercado estival. La primera gran operación fue conservar en el mercado libre a su pívot DeAndre Jordan, tarea hercúlea que estuvo envuelta en la polémica.
Después, aterrizó en Los Ángeles un californiano universal, Paul Pierce, para reunirse de nuevo con el técnico Doc Rivers e intentar reverdecer los viejos laureles logrados en Boston. Pero es que además han llegado al equipo dos jugadores de notable calidad, Josh Smith y Lance Stephenson, aunque estos dos casos entran dentro de lo dudoso, ya que no se sabe cómo encajarán en el equipo viendo sus precedentes. Junto a todos ellos, la veteranía de Pablo Prigioni y el tiro de Wes Johnson. Más añadidos a un equipo grande.
Los Clippers tendrán un seguro de vida en el banquillo, Rivers, y dos piedras angulares en el juego, que serán nuevamente Chris Paul y Blake Griffin, calidad a espuertas en ambos. Si a ellos dos añadimos a los citados DeAndre Jordan, Josh Smith y Lance Stephenson, y a todos ellos sumamos el tiro de J.J. Redick, que cada vez aporta más cosas, y el valor como sexto hombre de Jamal Crawford... tenemos un equipo de campeonato que aspirará a todo.
La pasada campaña ganaron 56 partidos y cayeron en segunda ronda de playoffs. En ésta, el límite es el cielo. El multimillonario Steve Ballmer está dispuesto a poner toda la carne en el asador.
GOLDEN STATE WARRIORS (3-4).- Los vigentes campeones empiezan con el hándicap de la baja de su entrenador, Steve Kerr, por sus problemas de espalda. El exitoso debutante, que ganó la NBA en su primer intento, será sustituido de forma interina por Luke Walton.
Sin embargo, la dinámica adquirida por el equipo el pasado año va más allá de la presencia física de Kerr en la banda. ¡Los Warriors ganaron 67 partidos en fase regular y se alzaron con el título derrotando a los Cavs de LeBron James! Son palabras mayores que fueron posibles gracias a su rica ofensiva, pero también a un enorme trabajo defensivo. Y gracias a dos jugadores exteriores excepcionales, el MVP de la liga, Stephen Curry, y su escudero de lujo, Klay Thompson.
Visto el éxito, Golden State ha apostado por la continuidad en todos los sentidos. Ha firmado una renovación espectacular a Draymond Green, elemento esencial en el éxito, cono lo fueron jugadores como Harrison Barnes, Andre Iguodala y Andrew Bogut. Cada uno a su manera. El equipo ha perdido a David Lee, que no encontraba su sitio en la rotación, y ha incorporado a Jason Thompson (Kings) y al novato Kevon Looney.
Casi todo sigue igual. Si bien parece que a los campeones les resultará difícil aplacar a equipos como Spurs o Clippers. Tal vez haya mejores plantillas que la de los Warriors, pero la cuestión es saber si hay mejores equipos.
LOS ANGELES LAKERS (3-5).- La histórica franquicia angelina es una auténtica incógnita. Al menos, los Lakers saben ahora mismo algo: dos de sus hombres esenciales, Kobe Bryant y Julius Randle, parecen recuperados de sus graves lesiones, vista la pretemporada.
La idea de Mitch Kupchak y Byron Scott, general manager y entrenador del equipo, es edificar un proyecto a corto plazo en torno al veterano Bryant y los jovencísimos Julius Randle y D'Angelo Russell, la gran apuesta del equipo en el último draft. Russell y Bryant deberían formar un dúo letal en el exterior. Pero hay que darles tiempo.
Más allá de ese trío, hay que decir que Kupchak ha estado muy activo en el mercado. Han llegado 8 jugadores. Se marcharon otros como Carlos Boozer, Jeremy Lin -ambos fueron un fracaso en L.A.- o Jordan Hill, que parecía no avanzar en California. Pero han llegado elementos como Roy Hibbert, Lou Williams o el brasileño Marcelinho Huertas, que ayudará en la segunda unidad.
Williams ya ha dado muestras de su calidad en los partidos de octubre promediando 16.8 tantos. La gran duda es Hibbert, dadas sus penosas últimas temporadas en Pacers. Por supuesto, habrá que contar con jugadores importantes como Jordan Clarkson o Nick Young y, en menor medida, con el trabajo de otros como Brandon Bass o Ryan Kelly.
Lo que está claro es que el equipo dejará atrás una temporada tan aciaga como la pasada, en la que solo ganó 21 partidos. Esa cifra será superada sin duda. Lo demás, ya se verá. Aunque parece haber demasiada calidad en el Oeste para estos Lakers.
DIVISIÓN SUDOESTE
MEMPHIS GRIZZLIES (6-1).- Magnífica pretemporada de los Grizzlies, que solo perdieron en su último partido y porque Dave Joerger reservó a todos sus titulares. Memphis es un salvoconducto que se dirige a los buenos números. Lleva años así, sin perder pie.
A ello han contribuido 3 jugadores que comparten cancha desde hace mucho tiempo: Mike Conley, Zach Randolph y Marc Gasol. Conforman el trío estelar del equipo, con Gasol como máxima referencia. El juego interior de Memphis seguirá siendo grande pese a la baja de Kosta Koufos. Y el equipo volverá a jugar los playoffs, lugar donde fueron eliminados la pasada campaña por Warriors tras oponer resistencia y tras firmar 50 triunfos en la fase regular.
La defensa, el compromiso físico y los conceptos colectivos volverán a ser el fuerte de un equipo que incluye a Matt Barnes, un jugador muy del gusto del juego de Memphis. Y la escuadra volverá a arropar a su 'big three' con jugadores como Tony Allen o Jeff Green, a los que se unirán en un segundo término Courtny Lee -excelente estos días-, veteranos como Beno Udrih o Vince Carter y bastantes jugadores de rol. Se ha visto muy bien al joven Russ Smith en pretemporada.
NEW ORLEANS PELICANS (3-4).- Este equipo debe crecer si las lesiones, que ya le están mermado ahora, no arruinan su trayectoria. Para empezar, Omer Asik y Alexis Ajinca se perdieron prácticamente la pretemporada y no van a jugar, Ajinca desde luego no, en el inicio del campeonato. Tampoco lo hará Tyreke Evans, que estará de baja entre 6 y 8 semanas cuando había promediado 17,5 puntos en los dos juegos que había disputado.
Lesiones aparte, Pelicans tiene un equipo para volver a jugar los playoffs, tal y como sucedió el pasado curso. Pero también tiene un equipo para ir más allá de la octava plaza del pasado ejercicio.
La clave es, sin duda, el crecimiento imparable de esa superestrella del baloncesto llamada Anthony Davis, que ya en pretemporada se ha despachado con medias de 23,5 puntos y 9,7 rebotes. Él es el alma de estos Pelicans entrenados por el hábil Alvin Gentry.
El equipo dependerá de exteriores de gran calidad que vieron sus carreras empañadas por las lesiones. Hablamos de Jrue Holiday, Eric Gordon y Tyreke Evans. Pero también del tiro prodigioso de Ryan Anderson y de la fuerza del juego interior de su plantilla.
HOUSTON ROCKETS (3-5).- Los Rockets de James Harden y Kevin McHale lograron el pasado curso una gran proeza: quedar segundos en el Oeste con 56 victorias y alcanzar las Finales de la Conferencia. Este curso siguen teniendo un equipazo, pero repetir el objetivo se antoja complicado con rivales como Warriors, Spurs o Clippers.
La gran noticia es que ha llegado Ty Lawson y las grandes dudas se sitúan en el juego interior del equipo, con Dwight Howard sin ser el de antes y con Donatas Motiejunas lesionado.
El resto es conocido. James Harden es un genio del balón que liderará de nuevo al equipo con pasos firmes. Y en torno a él, un ejército de bases de calidad que incluye al citado Lawson, a Patrick Beverley y al veterano Jason Terry, y más jugadores de nivel que aportan en muchos campos, tales como Trevor Ariza (14,8 puntos en pretemporada), Corey Brewer o Terrence Jones.
El equipo aspirará a todo, pero en un segundo escalón, estando a la expectativa. Eso sí, no se le puede descartar de ninguna empresa.
SAN ANTONIO SPURS (2-4).- R.C. Buford y Gregg Popovich se reinventan cada poco tiempo como si no hubiera pasado. Tantos años juntos fabricando sueños y cuando parece que todo se acaba se produce un giro que sin brusquedad vuelve a poner al equipo en primera línea. Tras ganar el título en 2014, la pasada campaña no fue fácil para San Antonio.
Con 55 victorias solo pudo ser sexto en el Oeste y cayó en la primera ronda de la postemporada con los Clippers por un apretado 4-3. Pues bien, llegado el verano los Spurs se han hecho con el fichaje estrella del mercado: el texano LaMarcus Aldridge. Y han asegurado la continuidad de sus 3 dinosaurios inextinguibles,al estilo Monterroso: Popovich, Tim Duncan y Manu Ginóbili.
El equipo aspira al máximo, es decir, al anillo. Sin ambages. Al trío formado por Tony Parker, Ginóbili y Duncan se unen las llegadas de Aldridge y David West para componer un juego interior brutal. No podemos olvidarnos de que el hombre emergente del equipo es Kawhi Leonard, tal y como ha certificado la pretemporada, y que los Spurs cuentan además con el arrojo de Patty Mills, el tiro de Danny Green y la polivalencia fantástica de Boris Diaw.
Una formación que se permite dejar escapar a Cory Joseph, Belinelli y Splitter para ser más fuerte no puede dejar indiferente a nadie. Eso sí, existe un problema. La edad. Y es que cada año que pasa es una cuenta atrás fatídica para los texanos. Duncan tiene 39 años, Manu 38, Rasual Butler -recién llegado- 36, David West 35, Diaw 33 y Parker 33. Por lo demás, esta dinastía parece no tener fin.
DALLAS MAVERICKS (0-7).- Difícil evaluar la pretemporada de Dallas, único equipo que ha contado todos sus partidos por derrotas. Las lesiones de hombres cruciales y el mimo con el que se ha tratado a Dirk Nowitzki, que venía de jugar en Europa, ha teñido de irrealidad la preparación. Eso sí, con una preparación así se antoja complicado el inicio de temporada de los Mavericks, que ya sufrieron en julio su primera decepción con el fiasco monumental del fichaje 'interruptus' de DeAndre Jordan.
Dallas tiene buen equipo, pero parece insuficiente para el Oeste. Se fueron Tyson Chandler, Monta Ellis, Rajon Rondo y Amar'e Stoudemire, un grupo que esconde más nombre que presente. Y llegaron Deron Williams, Wesley Matthews, JaVale McGee y Zaza Pachulia, todos con problemas físicos menos Pachulia.
En los Mavericks, Dirk Nowitzki y Chandler Parsons tendrán que ejercer de referentes a la espera de lo que den de sí Williams y Matthews. Al equipo le falta un 5 solvente y todavía ha de conjuntar a los 9 jugadores nuevos que hay en su plantilla. J.J. Barea y Charlie Villanueva siguen en sus filas y John Jenkins ha resultado ser la incorporación más explosiva al promediar en octubre 19,7 puntos para convertirse en el quinto máximo anotador de la NBA en la pretemporada. Rick Carlisle va a tener que trabajar lo suyo.