Regresó Ricky Rubio. Lo hizo de modo gris, pero lo hizo. Rubio se vistió de corto anoche en Memphis en el Grizzlies-Timberwolves. El de El Masnou no jugaba un partido de baloncesto desde el 18 de marzo. Había pasado 7 meses justos en el dique seco.
Rubio sufrió una grave lesión de tobillo en marzo y se perdió la recta final de una complicada temporada. Luego, llegó el verano y no pudo jugar con España el Eurobasket. Y cuando ya parecía recuperado para afrontar la pretemporada con Minnesota no estuvo presente en los primeros 4 partidos de preparación de su equipo por un problema muscular en el cuádriceps derecho.
A Ricky se le vio, lógicamente, fuera de forma, escasamente explosivo y errático en el tiro, su mayor mal de siempre. Jugó 23 minutos y no anotó un solo punto tras fallar los 4 lanzamientos que hizo. El internacional español dio 4 asistencias, capturó 3 rebotes, robó 1 balón y perdió 2. Y su equipo cayó de forma rotunda ante Memphis por 90-68 tras mostrarse sin fluidez en ataque.
Los Grizzlies, que siguen invictos en pretemporada con un 5-0, se impusieron con 18 puntos de Courtney Lee y 12 tantos y 8 rebotes en 30 minutos de Marc Gasol, que salió airoso de su duelo con el número 1 del último draft, Karl-Anthony Towns, y que fue testigo privilegiado del regreso de Ricky.