Pablo Prigioni no ha dudado en mostrar su satisfacción tras su llegada oficial a los Clippers. El argentino rubricó el lunes su contrato con el equipo californiano y ha contado sus sensaciones en una breve entrevista publicada por la página oficial del equipo.
“Desde que supe del interés de los Clippers, no me planteé otra opción. Otros equipos se habían interesado, pero no pasó por mi cabeza ir a otro equipo o regresar a Europa”, ha afirmado un Prigioni que reconoce haber sufrido durante las 48 horas que estuvo en la lista de excluidos, rogando que ningún equipo decidiera quedarse con su contrato para así poder ser agente libre y decidir su destino.
“Quiero ir allí. Es un equipo perfecto”, asegura el veterano base que pensó en cuanto supo del interés del equipo que dirige Doc Rivers y ahora está dispuesto a hacer “todo lo que haga falta para ayudar al equipo a ganar”.
En Los Ángeles no se sentirá extraño puesto que en el vestuario de los Clippers encontrará caras familiares. Allí estará como asistente Mike Woodson, que le entrenó cuando estaba en los Knicks, y jugadores, también recién llegados, como Cole Aldrich y Josh Smith, con los que ha compartido banquillo en Nueva York y Houston, respectivamente. Nombres conocidos que también han tenido su peso en la decisión del argentino y cuya presencia espera que le facilite la transición a la hora de acoplarse a su nuevo equipo.