No fue fácil la temporada de apertura de José Manuel Calderón con los Knicks. Sus problemas físicos, la falta de adaptación de la plantilla al triángulo ofensivo y los desastrosos resultados del equipo hicieron que la campaña resultara demasiado larga para todos. Sin embargo, el jugador extremeño espera que todo sea cuestión del pasado.
En una entrevista concedida a la emisora Sirius XM NBA Radio, Calderón expresa sus deseos de cara a la próxima temporada y se muestra confiado en que su segundo año con el equipo de Nueva York nada tendrá que ver con el primero.
"Solo quiero ser yo mismo, estar sano y jugar al baloncesto. Creo que estar sano puede cambiarlo todo", asegura Calde, que intenta dejar atrás una temporada en la que se perdió los primeros 13 partidos del campeonato por una lesión muscular y los 25 últimos por un problema en un tendón de Aquiles.
Con todo ello, el español, que siempre fue titular bajo la dirección de Derek Fisher, promedió 9,1 puntos y 4,7 asistencias con un 41,5% en el triple y un 90,6 en libres, aunque eso sí, con un 41,5% en el tiro de campo, su peor prestación en el tiro general en toda su carrera.
Pieza importante en el sistema
Sobre la pasada temporada, Calderón se expresa con rotundidad: "No pude adquirir un ritmo competitivo el pasado año con tantos cambios de alineación y lesiones, incluida la mía".
El jugador, que estuvo en muchos rumores de traspaso, señala que tanto el entrenador, Derek Fisher, como el general manager, Steve Mills, como el presidente, Phil Jackson, le han transmitido que ha de ser una pieza importante en el sistema de juego de los Knicks y que él espera responder bien a esa confianza.