Los equipos podrán gastar más de lo esperado en la contratación de jugadores la próxima temporada. La buena situación económica de la liga ha hecho que el tope salarial para la próxima temporada se fije en 70 millones de dólares, por encima de lo esperado.
Las últimas estimaciones previas ya elevaban a 69 millones el límite previsto, frente a los 67 que había pronosticado la liga hace unos meses, pero finalmente, tras poner todas las franquicias sus cuentas en común, la cifra se ha elevado a 70, un récord para la liga que muestra lo bien que le ha ido a la NBA este año, ya que el tope salarial se eleva al hacerlo los ingresos obtenidos.
La elevación del tope salarial, que sube un 11% respecto al pasado año, dará mayor margen a los equipos a la hora de contratar agentes libres y reducirá las penalizaciones que los más derrochadores tengan que pagar, ya que el límite de la ‘tasa de lujo’ sube hasta los 84,7 millones de dólares.
Subida de los salarios máximos
El aumento de los ingresos y del tope salarial trae consigo también un aumento de los salarios máximos y con ellos, de los contratos y extensiones firmados con anterioridad y referenciados al salario máximo. Los jugadores con menos de 7 años de experiencia podrán recibir un salario de hasta 16,4 millones en el primer año de sus nuevos contratos, los que tengan entre 7 y 9, 19,7, y los que tengan 10 o más, podrán partir de un máximo de casi 23 millones de dólares, siempre que su salario previo no supere ya esa cifra.
Todas estas cifras prometen en cualquier caso quedarse pequeñas el año que viene con la entrada en vigor de los nuevos contratos televisivos que dispararán los ingresos de la NBA y con ellos el tope salarial, que se espera que pueda alcanzar e incluso superar los 90 millones de dólares la próxima temporada.