Parecía que todo había quedado en un gran golpe, pero al final ha ido un poco más allá. A Klay Thompson se le ha diagnosticado finalmente una conmoción cerebral, es baja indefinida y se presenta dudosa su participación en el primer partido de las Finales ante Cleveland.
La jugada sucedió cuando Thompson amagó un triple y Trevor Ariza saltó para taponarlo arrollando al jugador de Golden State con un gran rodillazo involuntario que impactó contra su cabeza.
El jugador de Warriors volvió al banquillo más tarde tras ser observado en los vestuarios, pero tras el encuentro presentó síntomas de padecer una conmoción cerebral.
Pues bien, tras un par de días de dudas y de exhaustivos exámenes médicos que incluyeron pruebas neurológicas, estas han fijado que el jugador sufre una conmoción, por lo que es baja indefinida.
Según ha explicado su equipo, a Thompson se le examinará a diario siguiendo el protocolo de la NBA para este tipo de casos y hasta que los médicos no consideren que la conmoción está superada no podrá jugar al baloncesto. Así, su participación en el primer partido de las Finales está en el aire pese a que todavía quede una semana para que empiecen.