Los técnicos, jugadores y aficionados de los Clippers aún se están frotando los ojos porque no se lo pueden creer. Ganaban por 19 puntos bien avanzado el tercer cuarto en el Staples Center y terminaron perdiendo un partido crucial. Ahora, el séptimo y definitivo partido se jugará en Houston.
Houston salvó otro 'match ball', solo que esta vez fue en el Staples Center. Parcial de 15-40 en el cuarto final para remontar y ganar de la mano de Corey Brewer y Josh Smith, que anotaron 15 y 14 puntos en el cuarto final. Además, doble 20 en puntos+rebotes de Dwight Howard, que dominó la zona y enterró a DeAndre Jordan.
De nada le sirvieron a los Clippers las grandes actuaciones de sus dos estrellas: Chris Paul y Blake Griffin.
L.A. Clippers 107 Houston 119 (3-3)
Inaudito. Los Clippers tenían el partido y la semifinal en su mano. Con 3-2 a favor en la serie, dominaban por 19 puntos (86-67) bien avanzado el tercer cuarto. Todo parecía indicar que estarían en la final del Oeste por méritos propios. Pero sus deméritos en el cuarto final fueron tan grandes que perdieron el partido tras encajar 40 puntos y ahora se lo tendrán que jugar todo en un séptimo partido que se disputará en Houston.
Los Rockets son la otra cara de la moneda. Están obrando un milagro. Se pusieron con un 1-3 en contra en la serie tras perder por 25 y 33 puntos en Los Ángeles y anoche iban camino de recibir otro gran varapalo en California cuando aparecieron Corey Brewer y Josh Smith para cambiar el curso del partido.
Se había llegado al descanso con 64-62. Pues bien, tras la reanudación el partido se enrareció, se hizo más tenso, más bronco, más crucial. Dwight Howard le volvió a hacer una falta fea a Blake Griffin, más tarde el propio Howard soltó una manita a DeAndre Jordan, luego se enzarzaron James Harden y Matt Barnes, gran trabajo defensivo el suyo... aunque, eso sí, los Clippers aprovecharon para poner la directa. Canastón de Griffin para un +18 y máxima de 19 de ventaja con ese 86-67 poco después.
Al final del tercer cuarto se llegó con 13 de ventaja para los locales y la grada estaba relativamente relajada. Entonces, al inicio del cuarto final, explotó primero Brewer y luego Smith. El primero sumó 15 puntos en el cuarto final y el segundo 14 para lograr un parcial ganador de 15-40 con un tremendo 2-23 que puso el marcador en 102-111 a falta de 1:44. Impresionante victoria sin necesidad de Hack-a-Jordan.
Houston forzaba así el séptimo partido, que se jugará en el Toyota Center. Lo lograba a pesar de que Harden estuvo bajo control. Anotó 23 puntos, pero solo dio 3 asistencias y sumó un 5 de 20 en el tiro. Fueron otros los decisivos. Fundamentalmente, Dwight Howard, que se comió a DeAndre Jordan y acabó con 20 puntos y 21 rebotes, y los citados Corey Brewer (19 puntos y 10 rebotes en 25 minutos) y Josh Smith (otros 19 tantos en 26 con 4 triples).
Pero hubo más. Bien Terrence Jones -16 puntos en 22 minutos- y esencial en defensa Trevor Ariza, que disputó 45 minutos para 13 tantos y 5 rebotes. Pablo Prigioni no anotó, pero repartió 3 pases con canasta y capturó 3 rebotes en 15 minutos. Es decir, muchos jugadores aportando al equipo.
Los locales estuvieron mal desde el perímetro y fueron inferiores en el rebote, donde se notó la superioridad de Howard sobre Jordan. Los partidazos de Chris Paul (31 puntos, 11 asistencias, 7 rebotes y solo 2 pérdidas) y de Blake Griffin (28 tantos y 8 rebotes con un 60% en el tiro) cayeron en saco roto. También el esfuerzo defensivo de Barnes y los 15 puntos de J.J. Redick. Muy deficiente el desempeño de la segunda unidad con un 6 de 22 en el tiro.