Emoción y esperanza. La grada entregada a él en una noche de éxito y felicidad. No le pudo perdir más Paul George a la vida en su regreso al baloncesto tras 8 meses de ausencia. Volvió a las pistas mucho antes de las estimaciones médicas y en mejor estado de forma de lo esperado para debutar en la temporada y ganar un trascendental partido.
Indiana venció 112-89 a Miami, un rival directo por los playoffs en el Este en una competición que está que arde: Nets (7º, 35-41), Celtics (8º, 35-42), Pacers (9º, 34-43), Heat (10º, 34-43) y Hornets (11º, 33-43). Una auténtica locura. Pero ahora Indiana tiene el doble aliciente de contar en esta recta final decisiva de fase regular con su mejor hombre, su estrella, su hombre franquicia.
Las emociones estaban a flor de piel. Antes del partido, George se había reunido con el seleccionador nacional de Estados Unidos, Mike Krzyzewski. La vida tiene este tipo de casualidades. Krzyzewski juega hoy la finalísima de la Final Four con Duke en Indianápolis, justo en el momento en el que George regresaba al juego en Indiana. Y no hay que olvidar que George se lesionó cuando jugaba con Estados Unidos.
Gran ovación
Esa profunda emoción prosiguió antes del partido y, especialmente, cuando, mediado el primer cuarto, saltó a la pista entre una estruendosa ovación. "El momento de la entrada al partido ha sido probablemente el mejor que he tenido. Fue difícil no emocionarse en ese instante", reconoció el jugador tras el encuentro.
Pero estaba por venir lo mejor. El alero californiano rindió a un excelente nivel, mucho mejor de lo esperado tras venir de una gravísima lesión que ha lidiado en 8 meses cuando las estimaciones hablaban de un mínimo de 12. Su actuación no deja lugar a dudas: 13 puntos, 2 rebotes, 2 asistencias y 2 robos en solo 15 minutos de acción lanzando 12 veces en esos 15 minutos y anotando 3 de 6 desde el triple.
Todos sorprendidos, salvo su entrenador, Frank Vogel, que comentó que no vio hacer a George nada que no le hubiera visto hacer en los entrenamientos previos.
Como ya avanzara Larry Bird, presidente de Pacers, los minutos de Paul George, por ahora, serán limitados, pero está claro que los quiere aprovechar, como los aprovechó anoche su compañero Luis Scola, que tuvo también una gran actuación en un partido importante.