Paul George (Indiana Pacers) y Derrick Rose (Chicago Bulls) terminaron prematuramente el último partido de la temporada regular.
George abandonó la pista cojeando y ayudado por sus compañeros en el último cuarto del decisivo Memphis-Indiana y Rose no disputó la segunda parte del Chicago-Atlanta, aunque se cree que podrá afrontar el inicio de los playoffs. En ninguno de los dos casos se trata de recaídas de sus últimas lesiones.
El caso de George puede venir por la sobrecarga de esfuerzos tras recuperarse de su gravísima lesión mucho antes de lo esperado. Es cierto que ha tenido minutos restringidos, pero el problema muscular de anoche vino tras un back-to-back que arrancó con un partido con doble prórroga.
El jugador sintió un chasquido en la pierna izquierda y esa lesión muscular hizo que se fuera con evidentes gestos de dolor y apoyándose en sus compañeros. Nada que ver con la tremenda fractura que sufrió en la otra pierna hace 9 meses. George había jugado tras su vuelta 6 partidos promediando 8,8 puntos y 3,7 rebotes en 15,2 minutos. Ahora, tendrá tiempo para recuperarse porque su equipo quedó eliminado.
Rose y sus rodillas
El problema de Derrick Rose no está en la rodilla derecha, cuyo menisco se operó el 27 de febrero, sino en la izquierda, en la que también tiene un doloroso historial de lesiones.
El jugador sintió molestias en la rodilla en la primera parte del Bulls-Hawks y solo jugó 10 minutos, ya que no fue de la partida en la segunda mitad. Rose advirtió de que ya venía sintiendo molestias en esa rodilla en el último par de semanas.
Se trató de una decisión precavida para preservar al jugador de cara a los inminentes playoffs. En principio, no parece nada serio.