Preocupación máxima en Oklahoma City ante la posibilidad de que su gran estrella, Kevin Durant, no vuelva a jugar esta temporada. El equipo ha anunciado que el alero, cuyo regreso parecía cercano, vuelve a sufrir serias molestias en el pie derecho y nadie sabe ahora cuándo podrá volver.
Durant fue operado de una fractura en el pie derecho durante la pretemporada y desde entonces todo han sido complicaciones. No pudo debutar hasta principios de diciembre y aunque pareció regresar en buenas condiciones, las molestias en la zona operada no tardaron en aparecer.
A finales de febrero, tuvo que volver a dejar el juego tras someterse a un nuevo procedimiento quirúrgico para tratar de acabar con esos problemas. Pero menos de un mes después, su regreso a los entrenamientos ha puesto de nuevo de manifiesto que algo no va bien.
Su pie lesionado se ha vuelto a inflamar con las primeras prácticas y el general manager del equipo, Sam Presti, ha reconocido que “no está progresando como esperábamos”. Por de pronto, en Oklahoma ya no se habla de su posible regreso la próxima semana y su estatus ha pasado de nuevo a ser el de baja indefinida.
Aunque en el equipo no quieren oír hablar de ello y quieren ser prudentes, lo cierto es que el riesgo de que Durant no vuelva a jugar en la actual temporada parece estar ahí. Sin su gran estrella, que sólo ha podido jugar 27 partidos este año, y sin Serge Ibaka, al que le quedan varias semanas de baja por delante, la pelea de los Thunder por entrar en playoff se complica y mucho más lo harán sus posibilidades de avanzar en la fase final si para entonces, en caso de clasificarse, no consiguen recuperar a ambos jugadores.