La situación no es fácil y no está nada clara. El entrenador de los Knicks, Derek Fisher, ha reconocido que el español José Manuel Calderón podría perderse lo que resta de temporada. El extremeño tampoco se vestirá hoy en Phoenix, en el que será el décimo partido consecutivo sin jugar.
Todo ello a pesar de que a principios de mes se creía que podría volver pronto al juego.
Calderón sufre una complicada distensión en el tendón de Aquiles izquierdo, una zona ciertamente delicada y que puede entrañar, si se rompe, una lesión de gran envergadura. Por eso, su equipo está siendo muy conservador con respecto a la rehabilitación pese a que el jugador está deseoso de volver a las pistas, según publica el New York Post.
Fisher afirmó ayer sábado, antes de la debacle de los Knicks en California ante los Warriors, que "(Calderón) está haciendo un poco más cada día, pero creo que aún le queda para volver".
El armador de Villanueva de la Serena ya se perdió los primeros 13 partidos de temporada por una lesión muscular y ahora suma otros 10 más. Todo ello en una temporada que empezó cargada de ilusión y que está suponiendo, sin embargo, un duro trance para Calde tanto en el plano personal como en el plano colectivo, con los peores Knicks de la historia.