Espectacular respuesta de LaMarcus Aldridge ante una lesión que parecía dejar al jugador en el dique seco por largo tiempo. Por ahora, no será así.
Aldridge se dañó un ligamento del dedo pulgar de su mano izquierda. La situación requería cirugía y su equipo, Portland, anunció una baja de entre 6 y 8 semanas. Pues bien, el jugador texano sorprendió a todos jugando anoche ante Washington y siendo la estrella de su equipo con 26 puntos.
Horas antes del encuentro, los Blazers ya revelaron la sorprendente noticia. Su estrella decidía posponer la operación y seguir jugando, aunque fuera con dolor. Las urgencias del equipo lo requerían. Portland está muy arriba tras una gran temporada y tiene notables bajas en el juego interior. Aldridge no lo dudó. Había que echar el resto.
"Solo quería volver y jugar. Quería una prueba en casa, y contra estos jugadores (de Wizards) porque sentí que estos tipos fueron un equipo físico y si podía jugar contra ellos, eso estaría bien. Y fue bien", dijo Aldridge tras el partido.
Ahora, habrá que ver hasta qué punto aguanta en esta situación el jugador. Viéndole jugar ayer, parece que Aldridge podría alargar bastante su presencia en las pistas.