Indignado, irritado, molesto, cabreado... pongan el adjetivo que quieran. Lo cierto es que Derrick Rose ha alzado la voz para mostrar su disconformidad con el rendimiento que están ofreciendo últimamente los Bulls.
Pesan las 6 derrotas del equipo en los últimos 8 encuentros, el bajo rendimiento de Chicago como local y la manifiesta inferioridad mostrada ayer ante un directo rival como es Cleveland Cavaliers.
Tras la derrota en Ohio por 108-94, la rajada: "Todos debemos ir a una. Hasta entonces, nos seguirán pateando el trasero".
Un Rose al que se veía ciertamente cabreado seguía explicando así la mala situación del equipo: "La comunicación es esencial y estamos callados en la pista". Para la estrella de Chicago no se pueden permitir tantas canastas fáciles y hay que esforzarse más en la pista.
Exigencia máxima
"Parece que no estemos compitiendo y eso es jodidamente irritante", afirmó Rose, que es el tercer anotador de su equipo en la temporada tras Jimmy Butler y Pau Gasol. Promedia 18 puntos que acompaña con 5,1 asistencias.
Pero a pesar de que por fin está contando con una buena salud y de que el equipo es cuarto en el Este, Rose quiere más, Rose es exigente, Rose solo quiere ganar. Y últimamente está ganando poco.