Phil Jackson ha querido dejar claro a los aficionados de los Knicks que él y sólo él es el único responsable de la desastrosa situación por la que atraviesa la franquicia, que está protagonizando una de las peores temporadas, si no la peor, de su larga historia.
“Asumo la responsabilidad por ello”, aseguró este sábado Jackson entonando el mea culpa. “Está claro que no lo he hecho bien a la hora de elegir al grupo de jugadores que estaban aquí”. Jackson además reconoce que se equivocó al dar esperanzas a los aficionados de que el equipo podría alcanzar este año los playoffs y asume también la responsabilidad de que las cosas cambien en el futuro. “Ahora, tengo que hacer el trabajo para el que me contrataron”, sentenció.
Los Knicks, tras su nuevamente lamentable derrota de anoche ante los Hornets, son ahora mismo el peor equipo de la NBA, con sólo 5 victorias en 40 partidos, han perdido 25 de los 26 últimos disputados y mantienen una racha de15 derrotas consecutivas, la peor de la franquicia en su larga historia, que se remonta a la fundación de la liga en 1946.
Lo que también ha querido dejar claro Jackson es que los aficionados no deben echar la culpa al entrenador, Derek Fisher, cuyo debut en los banquillos está siendo realmente duro. “Quiero que los aficionados dejen a un lado a Derek a este respecto. Lo está haciendo lo mejor que puede. No es culpa suya”, ha dicho Jackson.
Jackson admite su preocupación por el hecho de que la mala situación deportiva del equipo convierta a los Knicks en un destino poco atractivo para los grandes agentes libres del próximo verano, pero aun así espera poder formar un equipo competitivo. Para ello, ya ha empezado a descargar salarios en la actual temporada, aunque ello suponga que el equipo sea ahora mismo aún peor de lo que era hace unas semanas y que lo que resta de campaña se presente como un auténtico calvario para los aficionados, a los que no queda otra que cargarse de paciencia.