En estos días se dirime lo que podría ser la recta final del proceso judicial entablado por la propiedad de los Clippers. Donald Sterling se resiste a abandonar una franquicia que por fin es un filón mediático y económico, pero en el seno de dicha franquicia se afilan los cuchillos ante la posibilidad de que Sterling siga siendo el dueño.
Así, una de las dos grandes estrellas del equipo, Chris Paul, ha advertido de que no jugaría en los Clippers en el caso de que Sterling siguiera siendo el dueño. Es decir, el base se ha expresado en los mismos términos que se expresó estos días su entrenador, Doc Rivers, que no hizo más que corroborar lo que ya declaró en su día cuando estalló el 'caso Sterling'.
La NBA obligó a Sterling a dejar la franquicia, pero ya se intuía entonces que el camino en este conflicto no sería un camino de rosas.
Hablar todos
Ahora, ante la posibilidad de que la justicia dé la razón a Sterling, algunos ya se han puesto la venda antes de que puedan sufrir la herida. Chris Paul ha afirmado a ESPN que "tiene que ocurrir algo y tiene que ocurrir pronto". El jugador ha reconocido que ha hablado del tema con Rivers, pero que todos tienen que hablar sobre ello, por lo que espera hacerlo también con Blake Griffin y DeAndre Jordan, entre otros.
Paul ha calificado como "inaceptable" que Sterling pueda permanecer al frente del equipo tras lo sucedido. Y está claro que no es el único que piensa así.