El destino es caprichoso, y al final los sueños pueden hacerse realidad el día más inesperado, cuando uno ya ha recorrido una larga trayectoria vital. David Blatt es un claro ejemplo.
Blatt nació en Estados Unidos hace 55 años, pero su brillantísima carrera como entrenador de baloncesto se había desarrollado hasta ahora íntegramente en Europa. Su origen estuvo en Israel, país cuya nacionalidad posee. De Israel saltó a Rusia, Italia, Turquía, Grecia... siempre con éxito. Entrenó a las selecciones de Israel y Rusia y a equipos del máximo prestigio como Maccabi Tel Aviv, Benetton Treviso o Efes Pilsen, entre otros. Y ahora le ha tocado la lotería.
El técnico hebreo fichó hace 3 semanas por Cleveland Cavaliers para así debutar en la NBA como entrenador jefe. Justo premio para un preparador que ganó la última Euroliga con Maccabi sin tener el mejor equipo, un entrenador que atesora un oro europeo, un bronce también europeo y otro olímpico con Rusia, amén de 4 Ligas de Israel, 1 italiana, 1 adriática...
El caso es que Blatt, con todo su genio baloncestístico, aterrizó en su país natal para dirigir a los Cavs. Gran premio y gran reto. Se trataba de dirigir a un equipo joven necesitado de cohesión y disciplina, pero sobrado de talento procedente de los últimos draft. Hasta aquí todo normal.
Pero 3 semanas después, ¡Blatt se ha topado con LeBron James!. Uno de los mejores entrenadores del mundo que nunca ha dirigido a equipos en Estados Unidos se encuentra con que los Cavs rescatan a LeBron, la gran figura mundial del baloncesto. ¡Y Blatt entrenará a los Cavaliers de James!. Palabras mayores que convierten el reto en algo más que un reto.
Una bendición
“Poder entrenar al mejor jugador del mundo es una bendición que desearía todo el mundo”, ha asegurado a bote pronto el técnico nacido en Boston hace 55 años y formado en la Universidad de Princeton, universidad del máximo prestigio académico en la que bebió de la sabiduría de Pete Carril.
Y sabiduría es lo que ha demostrado en la banda Blatt desde que debutara como entrenador jefe con Hapoel Galil Elyon en 1993.
Por eso, por la plasticidad de su concepción baloncestística, esto es, por su flexibilidad para adaptar sus sistemas a sus jugadores, no parece complicado que el técnico sea capaz de tener éxito a la hora de acoplar la presencia de LeBron James a sus sistemas tácticos.
Si por algo se ha caracterizado Blatt en su espectacular trayectoria europea ha sido por su facilidad para adaptarse a las características de sus jugadores y por su capacidad para ensamblar equipos con una gran cantidad de novedades en sus filas. Su estilo flexible, pero siempre reconocible, su sentido ajedrecístico del baloncesto y su concepto colectivo del juego harán que el estilo europeo se cuele un poco más en el baloncesto USA.
Además, el sentido disciplinario del juego, su forma de sentir lo colectivo por encima de lo individual le podría venir muy bien a jugadores como Kyrie Irving o Dion Waiters, que no estuvieron la pasada temporada muy por la labor de estabilizar el vestuario.
Blatt se encontrará a la hora de buscar sus objetivos con el obstáculo de ser un entrenador novato en la NBA, pero también contará con un soberbio apoyo a la hora de construir equipo y hacerlo sólido como una piedra: la presencia de LeBron James. Porque la llegada de LeBron dota de sentido al proyecto de los Cavs y aporta el pegamento que no existió en la fallida temporada que Cleveland dejó atrás.