Houston Rockets ha comunicado formalmente a Chandler Parsons su decisión de no ejercer la opción de que disponía sobre el último año de su contrato. Una decisión estratégica con la que pretenden, aunque parezca paradójico, garantizar la continuidad del jugador.
La franquicia texana podría haber ejercido la opción y Parsons habría jugado la próxima temporada por menos de 1 millón de dólares. Un auténtico chollo tratándose de un jugador que el año pasado promedió 16,6 puntos, 5,5 rebotes y 4 asistencias por partido.
Pero ese ‘chollo’ tenía trampa, porque Parsons se habría convertido el año que viene en agente libre y hubiera resultado complicado retenerle. Renunciando a su opción sobre la próxima campaña, los Rockets pueden convertir ahora al alero en agente restringido y asegurarse así la opción de igualar cualquier oferta que le pueda llegar de fuera para retener al jugador.
La intención de la franquicia ya se había anticipado hace unas semanas y ahora, como se esperaba, se ha hecho oficial.