El MVP de las Finales ha sido con todo merecimiento para el alero de San Antonio Spurs Kawhi Leonard, que bordó el baloncesto en los 3 últimos partidos, los que decidieron el título con 3 victorias consecutivas de los texanos por 19, 21 y 17 puntos de diferencia.
Leonard, que solo tiene 22 años, había promediado en la temporada regular 12,8 puntos, 6,2 rebotes y 1,6 robos con buenos porcentajes en 66 partidos, había sido titular en 65 y había brillado en el juego defensivo.
En las Finales, sin embargo, a su espectacular trabajo defensivo, fundamentalmente sobre LeBron James, añadió un gran acierto ofensivo. De hecho, en los 3 últimos partidos promedió 23,7 puntos, 9,3 rebotes, 2 tapones, 2 robos de balón y 2,3 asistencias con excelentes porcentajes, siendo clave en la tremenda superioridad del equipo texano.
Leonard ha maravillado durante la serie final contra Miami demostrando ser un jugador completísimo en los dos lados de la cancha y excelente tanto a nivel técnico como físico. Y es que parece difícil ver cuál puede ser el techo de este joven californiano formado en la Universidad de San Diego State y drafteado en el número 15 del Draft de 2011.
En esta su tercera temporada NBA ya ha logrado lo que muchos no consiguen en toda su carrera: ser campeón de la liga y ser elegido MVP de las Finales. Por cierto, sucede en el trono de las Finales a un tal LeBron James, nada más y nada menos.