La fotografía que ilustra esta información es harto significativa del nivel de presión al que se sometió anoche LeBron James en el segundo partido de las Finales de la NBA 2014.
La chica de la derecha sostiene un cartel en el que se puede leer: "Hey, LeBron, yo también tengo calambres". Y su compañera sujeta una imagen de James llorando.
La estrella de Miami Heat venía de una sonora decepción al lesionarse en el partido inaugural cuando quedaban 4 minutos para el final. Fue un desastre para su equipo. Pero anoche, ya con el aire acondicionado funcionando, reaccionó a lo campeón y fue la figura del partido con 35 puntos y 10 rebotes. Además, y eso es lo importante, su equipo ganó 96-98 y empata las Finales 1-1.