Washington no vencía un partido en segunda ronda de playoffs desde 1982. Por lo tanto, el equipo de Randy Wittman sigue haciendo su particular historia, que pasa por haberle metido un 1-4 a Chicago y empezar ganando a Indiana para arrebatarle el factor cancha.
Partidazo de Bradley Beal, espectacular Trevor Ariza desde el triple y tremendos 18 minutos de Drew Gooden para una victoria cómoda y justa ante unos Pacers que no levantan cabeza.
Frank Vogel recuperó para su rotación a dos jugadores que han de ser imprescindibles si el equipo quiere aspirar a algo: Luis Scola y Evan Turner. El argentino, que se fue a 27 minutos de juego, fue de los pocos que se salvó en unos Pacers que volvieron a echar en falta a un Roy Hibbert que estuvo desastroso una vez más.
Indiana 96 Washington 102 (0-1)
Ambos equipos corroboraron todas las impresiones ofrecidas en la primera ronda: Indiana está en un momento delicado y Washington vive un momento dulce de juego y resultados.
Desde el principio se vio que a ambos equipos les separa un abismo anímico. Washington arrancó con fuerza para irse al final del primer cuarto con ventaja cómoda de 15-28. Indiana, perdido el equipo en su juego, deambulaba por la pista y alcanzaba después el descanso perdiendo 43-56 tras haber encajado 17 puntos de un brillante Trevor Ariza. No funcionaba la defensa y Roy Hibbert volvía a ser un muerto viviente.
Frank Vogel recuperó su rotación habitual y dio cabida en ella a los defenestrados Luis Scola y Evan Turner, sacrificio en la primera ronda por una decisión técnica en aras de la victoria. Ambos fueron, esta vez, los suplentes que más minutos dispusieron en pista. Pero ni por esas Indiana levanta cabeza.
Solo hubo un ligero atisbo de recuperación cuando los Pacers defendieron a gran nivel en el tercer cuarto dejando a su rival en 13 puntos, pero acto seguido recibieron 34 en el último. No había opciones. Porque no las hubo en todo el último cuarto. El resultado puede inducir al engaño, pero no hubo emoción. Un triple de Beal y una cesta doble de Gooden pusieron el 78-92 mediado el último cuarto y no existieron peligros para el equipo visitante, que ganó fácil.
Victoria capitalina a partir de un trabajo constante, de un criterio de juego colectivo, de un concepto de equipo. En silencio, sin alharacas, paso a paso. Como todo lo que están haciendo estos Wizards. Victoria con partidazo de Beal, autor de 25 puntos, (14 en el cuarto final), 7 rebotes, 7 asistencias y 5 robos de balón y perfección de Ariza desde el triple. Anotó el jugador de origen dominicano 6 de 6 triples para 22 puntos y 6 rebotes en 37 minutos de juego. Washington metió 10 de 16 triples. Una serie fantástica.
Y luego, claro, el juego interior. Porque los Wizards dominaron el juego interior a su antojo. Anularon a un Hibbert que se anula solo, capturaron 17 rebotes ofensivos para sumar 53 capturas por solo 36 de Indiana y tuvieron a Nene (15 puntos), Marcin Gortat (12 tantos y 15 rebotes) y un increíble Drew Gooden (¡12 puntos y 13 rebotes en tan solo 18 minutos!) como piezas imbatibles junto al aro. Tal fue la superioridad exterior-interior de Washington, que el equipo venció fácil con un John Wall en prestaciones normalitas.
Indiana sigue mostrando en esta postemporada que el Bankers Life Fieldhouse ha dejado de ser el fortín que fue en la temporada regular. El equipo no funciona. Sus mejores hombres fueron George Hill, con 18 puntos, y David West, con 15 más 12 rebotes. Porque Hibbert fue un desastre, Lance Stephenson no estuvo en su mejor nivel y se le vio extrañamente vacío y Paul George sumó 18 tantos con un pobre 4 de 17 en el tiro. Luis Scola, mientras, fue el mejor de la segunda unidad con 12 tantos, 5 rebotes y 2 tapones en 27 minutos. Al menos, el internacional argentino recuperó el sitio que merece en la rotación, que debería rondar, mínimo, los 25 minutos.