JORNADA NBA / playoffs 2014

Troy Daniels y Mike Dunleavy salvan a Houston y Chicago de la debacle

Un triple en la prórroga del novato y 35 puntos con 8 triples del veterano alero evitan sendos 3-0

hispanosnba.com |

James Harden anotó 37 puntos ante Portland tras tirar 35 veces a canasta
James Harden anotó 37 puntos ante Portland tras tirar 35 veces a canasta (Kevin Reece/Icon SMI)

El baloncesto encierra siempre alguna sorpresa que eleva a misterioso el juego. Anoche, sucedió por partida doble. Houston y Chicago salvaron la vida de forma heterodoxa. Ambos equipos evitaron un demoledor 0-3 partiendo con ventaja de campo en sus series ante Portland y Washington. Y la salvación de los dos equipos vino por la vía más inesperada, por la de los héroes a los que nadie espera.

Porque esos héroes no llevaban los nombres de grandes estrellas de la NBA. Ni siquiera de estrellas de rango 2. ¡Porque esos héroes fueron Troy Daniels y Mike Dunleavy!. Un novato y un veterano que hasta ahora no habían hecho ruido en los playoffs.

El primero metió un triple decisivo a 11 segundos de la conclusión de la prórroga del Portland-Houston. El segundo hizo 35 puntos con 8 triples de 10 intentos en el apurado triunfo de los Bulls en Washington.

Portland 116 Houston 121 (tras prórroga)

Houston estuvo al borde de recibir la extremaunción, pero al final el equipo se quedó en las urgencias hospitalarias en situación estable, aunque no exenta de gravedad. Porque el equipo salvó en la prórroga un 0-3 que hubiera sido devastador.

¡Y en la prórroga surgió la magia inesperada del baloncesto!. Esa que permite convertirse en héroe a un anónimo jugador en cuestión de un segundo. El partido estaba empatado a 116 y atacaban los Rockets con el balón en manos, como todo el partido, del acaparador James Harden, que pecó más de una vez de egoísmo extremo. Pues bien, Harden, lejos de decidir, perdió el balón, que quedó sin dueño. Entonces, Jeremy Lin salvó a los suyos recuperando esa bola y entregándosela con buen criterio al novato Troy Daniels. Todo un atrevimiento. ¡Y Daniels, lejos de arrugarse, enchufó el 116-119 a 11 segundos del final!.

Un novato sin pedigrí profesional, que ha pasado este curso por la Liga de Desarrollo y no debutó en la NBA hasta marzo, erigiéndose en factor fundamental de la resurrección texana. Porque ese triple, en realidad, fue la victoria y la salvación de Rockets, toda vez que Nico Batum, que jugó mucho y bien, falló el triple del empate y Harden cerró el partido con 2 libres.

Así ganaron los Rockets en un partido muy equilibrado y lleno de tensión. Al descanso se había llegado con un 55-54 tras dos partes bien distintas, una para cada equipo. Y ya en el último cuarto, Houston adquirió 11 puntos de ventaja con 8 minutos por jugar. Pero entonces entró en ignición el veterano Mo Williams, que por esos momentos del cuarto llegó a meter 9 puntos seguidos. Así se llegó a la recta final del cuarto cuarto. Un triple de Batum empató a 110 a 41 segundos del final y ese resultado se quedó para ir a la prórroga, pues nadie más acertó a partir de ese triple.

Houston se impuso con regreso a su yo más ambicioso de James Harden, perdido hasta ahora en la serie. Es cierto que el barbudo jugador abusó de la jugada individual hasta firmar un no muy honroso 13 de 35 en el tiro, pero no es menos cierto que, lejos de esconderse, dio un paso adelante para concluir con 37 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias. El que no tuvo que dar paso adelante alguno fue Dwight Howard, que está haciendo unos playoffs formidables. Anoche, 24 tantos y 14 rebotes.

Además, recuperación de Patrick Beverley (16 puntos y 9 rebotes), 15 puntos de Chandler Parsons y, por fin, buen trabajo de Omer Asik en la marca del hasta anoche imparable LaMarcus Aldridge. Asik compartió muchos minutos con Howard y el damnificado fue Terrence Jones. Como damnificados fueron habituales de la rotación que Kevin McHale que no jugaron este tercer partido. Entre ellos, Francisco García.

Portland hizo 105 tiros a canasta, metió 12 triples, consiguió 22 rebotes ofensivos y sufrió pocas pérdidas. Pero con todos esos índices a favor, perdió el partido. No sirvió una nueva actuación estupenda de Damian Lillard (30 puntos, 6 asistencias y 4 triples), con canastas fantásticas, los 26 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 4 triples de Batum, ni los 17 desde la segunda unidad de la experiencia de Mo Williams. Esta vez, Aldridge fue humano. Eso sí, su humanidad le dio para hacer 23 tantos y 10 rebotes.

Washington 97 Chicago 100

También los Bulls salvaron los muebles como pudieron en busca de una reconstrucción celérica para no quedarse fuera de la postemporada. Y es que, al igual que Houston, ganaron de milagro el tercer partido para evitar un 0-3 que los hubiera dejado prácticamente eliminados.

Importante en el desenlace del partido la expulsión del local Nene Hilario. El brasileño había hecho dos buenas actuaciones en los dos primeros encuentros y anoche no estuvo fino y tuvo que abandonar con toda justicia la pista a 8:28 del final tras enzarzarse con Jimmy Butler y agarrarle por la cabeza. Nene no estuvo a la altura. Perdió los papeles en un momento muy, pero que muy inoportuno.

El que no perdió los papeles fue Mike Dunleavy, que emergió como la gran fuerza visitante para reaccionar y evitar la debacle. Dunleavy no estaba haciendo nada del otro mundo en esta serie hasta que en este tercer partido nos ofreció la erupción propia de un volcán abrasador. El alero de Bulls se fue a los 35 puntos con una serie de 8 de 10 triples. Fue un auténtico grano en el culo para los Wizards. Con su tremendo acierto, la defensa colectiva de los de Illinois y el saber agarrarse a la serie con uñas y dientes, Chicago sobrevivió.

Lo hizo a pesar de algunas lagunas finales. Como, por ejemplo, la falta que le hizo el novato Tony Snell a John Wall con 94-99 a favor de los Bulls y 4 segundos para la conclusión. Una falta que permitió que Wall metiera 3 libres y pusiera un 97-99 que daba aún remotas opciones a los capitalinos, remotas opciones que cobraron realidad cuando Taj Gibson solo anotó 1 de sus 2 libres para colocar el 97-100. Washington buscó el milagro del triple partiendo la jugada desde su canasta, pero el primer pase de Trevor Ariza a John Wall fue malo y se acabó el partido. Fue un final plagado de tiros libres y tejido con más de un despropósito producto de los nervios y la precipitación.

Ganaron los Bulls con Jimmy Butler logrando 15 puntos, provocando la expulsión de Nene y metiendo importantes tiros al final y Carlos Boozer añadiendo 14. Taj Gibson y D.J. Augustin ayudaron desde la segunda unidad y Joakim Noah aportó mucho en defensa, pero desde luego no tuvo su mejor partido, ni mucho menos.

En los Wizards, el quinteto inicial muy contributivo y los suplentes escasamente finos. Entre los titulares, 25 puntos de Bradley Beal, 13 de ellos en el cuarto final, 23 tantos, 7 asistencias y 4 robos de un John Wall mejorado y 16 puntos, 11 rebotes y 2 recuperaciones de Trevor Ariza en 40 minutos, un Ariza que no anduvo acertado al final. Además, doble doble de Marcin Gortat en la primera derrota de los suyos.