Las últimas estimaciones de la NBA prevén que el tope salarial de la liga crezca un 7,7% de cara a la temporada que viene, pasando de los 58,679 millones de dólares de la actual a 63,2 millones y aumentando así el margen de maniobra de los equipos en el mercado veraniego.
Aunque las cifras oficiales no se conocerán hasta principios del mes de julio, una vez que la liga aproveche la moratoria previa a la apertura del mercado de agentes libres para poner en común las cuentas anuales de los equipos, las estimaciones dejan bien a las claras que la NBA pasa por un momento de prosperidad. El tope salarial se calcula a partir de un porcentaje de los ingresos totales de la liga, por lo que su elevación significa que esos ingresos han aumentado en un porcentaje similar.
La subida del tope salarial otorgaría un margen extra de casi 5 millones de dólares a los equipos que se encuentran por debajo de él a la hora de poder contratar un agente libre, una margen que puede ser importante si, finalmente, llegan al mercado algunos de las estrellas que podrían convertirse en agentes libres este verano.
Además, supone un respiro también para los equipos que previsiblemente superarán el nivel de la tasa de lujo (luxury-tax) la próxima temporada, ya que este segundo indicador aumentaría en la misma proporción. Se elevaría de los 71,748 millones actuales a 77, reduciéndose así penalizaciones que algunos equipos podrían verse obligados a pagar.
Las proyecciones económicas de la NBA para la temporada 2015-16, a día de hoy, también son positivas y se espera que para entonces el tope salarial y el nivel de la tasa de lujo crezcan hasta los 66,5 y 81 millones, respectivamente, lo que supondría un crecimiento interanual del 5,2%.