El mastodóntico AT&T Stadium de Arlington, con capacidad para 75.000 espectadores, se dispone a alojar la gran fiesta del baloncesto: la Final Four universitaria.
El Torneo de la NCAA llega a su estrato final. Hoy, sábado, las semifinales que enfrentarán a Florida con Connecticut y a Wisconsin con Kentucky y el lunes la gran final con todo Estados Unidos pendiente de la cita que deja ese día a la NBA sin partidos.
Repasemos las dos semifinales de hoy, en las que habrá un jugador de ascendencia boricua, Shabazz Napier, la estrella de UConn.
Florida-Connecticut
UConn llega a la Final Four tras remontar el desastre. Del título universitario cayó a la dura sanción que le impidió jugar por el título y de ahí a regresar de nuevo a una Final Four. Llegan los de Connecticut a Texas bajo el indiscutible liderazgo del boricua Shabazz Napier y tras ganar a equipos duros. Sufrieron en segunda ronda para imponerse en la prórroga a Saint Joseph's, su partido más al límite, pero derrotaron después por 77-65 a Villanova, vencieron en Sweet 16 a Iowa State por 81-76 y dejaron atrás en Elite 8 a Michigan State por 60-54. Pero lo de hoy son palabras mayores.
Porque el rival hoy es el mejor equipo universitario del año en el sentido más estricto de lo que es un equipo. Florida ganó la SEC con un 18-0 y lleva acumulados en el curso un 36-2 con 30 victorias consecutivas. No pierden los Gators desde el 2 de diciembre y precisamente cayeron aquel día ante Connecticut.
El equipo de Billy Donovan tiene la mejor defensa del campeonato y el mejor juego colectivo. Su mayor fuerza actual es Scottie Wilbekin, pero no hay que olvidar a jugadores comno Casey Prather, el interior Patric Young o Michael Frazier II. Tampoco a Will Yaguete o Dorian Finney-Smith.
Los Gators ganaron en el March Madness a Albany (67-55), Pittsburgh (61-45), UCLA (79-68) y Dayton (62-52). Es el equipo que más limpio ha tenido el torneo al ganar siempre por una diferencia de dobles dígitos.
Frente a esa defensa magistral de Florida, un equipo, los Huskies de Kevin Ollie, que gusta de atarcar largo y que tienen como faro esencial a Napier, jugador senior que en el Torneo de la NCAA está promediando 23,3 puntos por juego. DeAndre Daniels es el otro gran jugador a seguir y como tercera baza tenemos a Ryan Boatright, aunque Niels Giffey podría ser un jugador tapado que estaría en disposición de hacer daño.
Wisconsin-Kentucky
Por la temporada vivida, los Badgers serían los favoritos, pero Kentucky es Kentucky y el March Madness ha dado la razón a los que confiaban ciegamente en este equipo, que había generado algunas dudas en el curso.
Por plantilla, los Wildcats tiene calidad de sobra y un buen número de jugadores que saben decidir partidos. Es cierto que tendrán la dura baja de Willie Cauley-Stein, un gran bastión defensivo, un chico intimidador, pero no es menos cierto que se trata de un equipo con poderoso juego interior y equilibrio en sus líneas.
El equipo de John Calipari cuenta con la fuerza imparable de 'mister doble doble' Julius Randle cerca del aro (15,1 puntos y 10,7 rebotes en temporada), con la capacidad de Aaron Harrison y Andrew Harrison y con jugadores como James Young o un Alex Poythress que parece haber recuperado el pulso competitivo en marzo. Atención, además, al crecimiento de Marcus Lee.
Kentucky fue el matagigantes perfecto en el presente mes. Primero dejó fuera a Kansas State para luego cargarse a Wichita State (78-76), equipo que no había perdido un solo partido en todo el curso hasta caer eliminado, al vigente campeón, Louisville, por 74-69 y a Michigan por 75-72. Si algo han demostrado los de Calipari es que son maestros en jugar finales dramáticos. No les tiembla el pulso.
Wisconsin, mientras, ha hecho una gran campaña (30-7). El equipo que dirige Bo Ryan ha tenido como gran fuerza en el juego al interior Frank Kaminsky (14,1 puntos y 6,4 rebotes en temporada y notable rendimiento en el Torneo de la NCAA. Otras piezas importantes son Ben Brust, Traevon Jackson y Sam Dekker.
El equipo ganó 75-35 a American University y luego se desprendió de Oregón (85-77), Baylor (69-52) y Arizona, en un partido tremendo que se decidió en la prórroga por 64-63. Hasta la fecha ha dejado en el torneo a sus rivales en un pobre 37% de acierto en el tiro.
Lo que es cierto es que de los 351 equipos que comenzaron la competición solo quedan 4. Y el lunes, uno solo sonreirá. Será el nuevo campeón universitario.