El ala-pívot de New Orleans Pelicans Ryan Anderson no jugará más este año, tal y como se sospechaba ya hace tiempo. Finalmente, el jugador tendrá que ser operado de la hernia discal que sufre en una vértebra cervical y que le ha tenido de baja durante los últimos meses.
Desde que Anderson se lesionara el pasado 3 de enero tras chocar violentamente con el alero de los Celtics Gerald Wallace -tuvo que ser evacuado en camilla del TD Garden-, los médicos y fisioterapeutas de los Pelicans le han tratado con la esperanza de que el descanso y los ejercicios de rehabilitación fueran suficientes para lograr su recuperación, evitando una intervención quirúrgica que significaba su despedida de la temporada.
Sin embargo, las evaluaciones rutinarias a que ha venido siendo sometido han mostrado que la evolución de la lesión no es la esperada lo que, unido al hecho de que los Pelicans ya no tienen aspiración alguna a jugar en playoffs, ha llevado a los médicos a tomar la decisión de intervenirle como mejor opción para lograr su total recuperación.
La intervención ha sido programada para el próximo 8 de abril y tras ella, a Anderson le queda por delante un largo proceso de rehabilitación sobre cuya duración estimada no se ha informado por el momento.