Las quejas de un buen número de jugadores parecen haber llegado a las altas instancias de la liga y el comisionado de la NBA, Adam Silver, parece dispuesto a replantearse el uso de camisetas con mangas, un tema que tiene pensado discutir con LeBron James este verano.
“He tenido conversaciones con LeBron sobre las camisetas y hemos estado de acuerdo en aparcar el asunto hasta que acabe la temporada”, ha asegurado Silver a Bleacher Report, “Y una vez que haya terminado la temporada, él ha expresado su interés en que nos sentemos a hablar”.
James es la cabeza más visible de un amplio sector de jugadores que ha mostrado su descontento con los nuevos uniformes diseñados por Adidas e impuesto en un buen número de partidos por la NBA. Unos uniformes que consideran incómodos por dificultar los movimientos de los brazos, especialmente en las acciones de tiro.
Según datos de Bleacher Report, hasta el 20 de marzo, los equipos que han vestido las camisetas con mangas han anotado un 45,6% de sus lanzamientos frente al 46,1% que anotan con las camisetas habituales, una diferencia que la NBA no considera significativa.
Aun así, Silver se ha mostrado dispuesto a reconsiderar su uso. “Si hubiera alguna razón para creer que las camisetas con mangas están afectando a la competición, ya las habríamos retirado”, aseguró a ESPN el mes pasado ante las quejas de los jugadores, para conceder a continuación que “si los jugadores así lo deciden, ya sea por superstición o porque realmente no les gustan, probablemente las dejaríamos de usar”.
El principal inconveniente para que la NBA dé marcha atrás es sin duda la opinión de Adidas, fabricante de los uniformes y uno de los principales patrocinadores de la liga. La marca alemana considera las camisetas con mangas mucho más fáciles de vender entre la población general, por su mayor uso, que las de los uniformes clásicos de baloncesto, de ahí que haya expresado su satisfacción con las mismas y presione para que la liga no deje de utilizarlas puesto que, sin el escaparate de los partidos, las ventas, sin duda, se resentirían.