Esta vez la imagen no es la de la televisión. No hay marcador, no hay reloj con su cuenta atrás angustiosa... es la jugada en estado bruto, tal y como la vio el aficionado que la grabó, que estaba situado tras la canasta en la que se decidió el Utah-Orlando.
Se ve a Gordon Hayward botando a la carrera y pasando a una esquina, donde el novato Trey Burke anota el triple ganador a 1,6 segundos del final: 89-88 y se desata la locura.
El triple victorioso de Trey Burke en el Jazz-Magic.