Ni casi rompiéndole la nariz se puede conseguir que LeBron James pierda su instinto animal que le lleva a colgarse del aro. Así lo demuestra esta jugada que envió a la estrella de Miami Heat prematuramente a vestuarios.
James, la gran figura del OKC-Miami, entra a canasta y recibe un manotazo involuntario de Serge Ibaka en la nariz, pese a lo cual completa el mate. Eso sí, se queda tumbado en el suelo ensangrentado y tiene que abandonar el partido a 5:50 del final para no volver ya. Esta es la jugada.
La jugada del mate y la lesión de LeBron James.