No se sabe todavía el alcance exacto de la lesión del escolta de los Knicks Iman Shumpert, pero lo que sí se sabe es que no podía haber llegado en peor momento. El escolta era pieza clave para su equipo en la búsqueda de un traspaso que ahora se antoja más que improbable.
Los Knicks estaban buscando reforzar su posición de base y el joven escolta era signo fijo en todas las quinielas de traspaso, si bien, en la mayor parte de los casos, los neoyorquinos tendrían que haber aportado a algún otro jugador.
Sin embargo, su lesión de anoche hace casi imposible que prospere a lo largo del día de hoy cualquiera de los frentes abiertos en los despachos por la franquicia de la Gran Manzana y muchos medios daban anoche por muertas las conversaciones emprendidas por los neoyorquinos.
La franquicia trató de restar importancia a la lesión de Shumpert, que tuvo que abandonar la pista, asegurando que se trata sólo de un esguince, pero lo cierto es que habiéndose dañado su rodilla mala, la izquierda, de la que fue operado en 2012 tras romperse el ligamento cruzado y que sembraba ya dudas en muchos de sus pretendientes, parece difícil que cualquier equipo se arriesgue a hacerse con el jugador.
Sin él, los Knicks, que ya tenían poco que ofrecer en un intercambio, se quedan sin apenas margen de maniobra para las próximas horas. También en las próximas horas, las pruebas médicas nos dirán cuál es el alcance real de la lesión del jugador.