Goran Dragic ha tenido hoy una buena noticia. Las pruebas de Rayos X a las que se ha sometido han sido negativas y todo apunta a que su lesión en el codo izquierdo puede quedar tan solo en un susto, aunque habrá que confirmar dicho extremo.
Ese codo dañado es producto del final de partido entre Bucks y Suns en el que el esloveno tiró de épica competitiva para maravillar a todos. Con 104-114, el base de Phoenix penetró a canasta y recibió una dura falta de Larry Sanders que le provocó una fea caída sobre el codo izquierdo. Dragic quedó tendido en el suelo y nada bueno presagiaba su situación. Hasta ese momento había anotado 20 puntos.
Finalmente, el jugador pudo levantarse, hubo un parón en el juego y a la vuelta anotó los 2 tiros libres. Restaban 3:28 para el final.
A partir de ahí se sucedieron los parones y el único que no se quedó frío fue Dragic, que anotaba el 106-119 con un triple desde la esquina sobre la bocina de la posesión. Y un poco más tarde, otro triple, éste frontal, para poner un 106-122 prácticamente definitivo.
Como guinda, en una jugada posterior, botó el balón delante de su anterior 'verdugo', Larry Sanders, y como si de una asignatura pendiente se tratara encaró sin miedo al pívot provocando que cayera sobre él sacándole una falta. Otros 2 tiros libres para meter 10 puntos en 2 minutos y 6 segundos, decidir el partido y marcharse de la cancha dolorido a 1:22 del final, pero victorioso. Así se las gasta Dragic.