Gestos de incredulidad, rostros de asombro. Eso es lo que se encontró Brett Brown, técnico de los Sixers, cuando pidió su primer tiempo muerto anoche en el Philadelphia-Phoenix. El público que se había dado cita en el Wells Fargo Center tampoco entendía muy bien la situación. ¡Porque sólo habían transcurrido 25 segundos de juego!.
El relato de los hechos es como sigue. Se pitó el salto inicial entre el local Spencer Hawes y el visitante Miles Plumlee y el balón fue para el base de los Suns, Goran Dragic. Se inició la primera jugada de ataque y los Suns optaron por mover el balón y apostar por una posesión larga que culminó P.J. Tucker con una canasta fácil cerca del aro cuando restaban 5 segundos de posesión.
Sacaron los Sixers y unos segundos después se detuvo el partido porque Brown había solicitado tiempo muerto. Se habían jugado 25 segundos.
Brown hizo corrillo y echó una pequeña bronca a sus jugadores, todos de pie. Y pelillos a la mar. Vuelta al juego.
Al término del partido, el entrenador argumentó que "no salimos de la manera que pretendíamos, queríamos acabar este primer tercio (de la temporada) siendo un equipo mejor defensivamente. Comenzar de la forma que comenzamos el partido en casa es decepcionante".
Lo malo es que sus jugadores no le debieron hacer mucho caso en el tiempo muerto, ¡porque encajaron 40 puntos en ese primer cuarto y 124 al final para perder el partido!.