Se veía venir que la cosa podía ser seria y, efectivamente, lo es. Ryan Anderson es baja indefinida por una hernia de disco, según ha informado hoy su equipo, New Orleans Pelicans.
La lesión tiene su origen en el tremendo choque que protagonizó el pasado 3 de enero con Gerald Wallace en el transcurso del último cuarto del Celtics-Pelicans. Las cabezas de ambos jugadores chocaron con gran violencia y Anderson se llevó la peor parte al estar de espaldas sin ni siquiera ver venir el golpe.
De hecho, Anderson se quedó tumbado en el suelo y tuvo que se evacuado del TD Garden en una camilla y llevado en ambulancia a un hospital.
La baja es importante para los Pelicans. No en vano, Ryan Anderson es uno de sus mejores anotadores. En lo que va de temporada, el ala-pívot promedia 19,8 puntos y 6,5 rebotes en 36,1 minutos. Ha jugado 22 partidos y presenta un 40,9% en el tiro triple, en el que es un gran especialista, y un 95,2% en los libres.
Anderson ya sufrió una lesión a finales de octubre que le impidió realizar en condiciones la pretemporada. Entonces, fue un pie. Y venía de un verano realmente duro en el que pasó muy duros momentos al fallecer su novia.