Ronny Turiaf jugó anoche su tercer partido con la elástica de Minnesota Timberwolves. El pívot francés llevaba más de 2 meses sin jugar por culpa de una fractura en el codo derecho que sufrió en el partido que su equipo jugó con Oklahoma City el 1 de noviembre.
Desde entonces ha estado en el dique seco sin que se supiera muy bien cómo marchaba su rehabilitación. Hasta que se le pudo ver anoche en el Sixers-Wolves, un partido que su escuadra dominó a su antojo (95-126) y en el que Turiaf jugó 23 minutos sin anotar, sólo lanzó un tiro, aunque capturó 9 rebotes y puso 2 tapones desarrollando un importante trabajo bajo tableros y en materia defensiva.
La vuelta de Turiaf aportará al equipo de Rick Adelman dureza atrás y experiencia, así como cierto oxígeno extra para Nikola Pekovic.
El pívot nacido en Martinica hace 30 años y formado en la NCAA, concretamente en Gonzaga, tiene como objetivo asentarse en los Timberwolves después de haber jugado en 6 equipos en los últimos 4 años.