Andre Iguodala y James Harden adquirieron protagonismo este viernes. El primero dio el triunfo a Warriors sobre la bocina en Atlanta. Fue con un triple y sirve para que Golden State sume ya 8 triunfos consecutivos. El segundo anotó 37 puntos en la victoria de Houston ante los Knicks, un triunfo por muy escaso margen. Warriors y Rockets pelean por la cuarta plaza del Oeste con los Clippers.
En los Knicks, nuevo partidazo de Iman Shumpert y nuevo error final propio de colegiales. Si hace semanas Mike Woodson, Carmelo Anthony y Andrea Bargnani estuvieron en el disparadero por errores técnicos en finales de partido, anoche el responsable fue un J.R. Smith que no se centra ni a tiros.
Además, los Pelicans ganaron en Boston con un gran Anthony Davis, pero se llevaron un monumental susto al ver cómo su jugador Ryan Anderson tenía que abandonar el Garden en camilla tras un tremendo choque con Gerald Wallace.
Por otra parte, Denver puso fin a su racha de 8 derrotas consecutivas superando por estrecho margen a Memphis.
Houston 102 New York 100
Los Knicks podrían haber empezado anoche una nueva vida, pero se quedaron con su vida anterior, la de los errores incomprensibles, la de la falta de concentración y actitud en los momentos delicados.
Porque volvió a suceder. Los Knicks volvieron a perder un partido por no saber utilizar la cabeza. Esta vez el culpable fue J.R. Smith, que de calidad baloncestística anda sobrado, pero de cabeza no tanto. Con 100-100 en el marcador, atacaron los de Nueva York para adelantarse, Beno Udrih erró un triple y Tyson Chandler atrapó un valioso rebote ofensivo con 23 segundos por jugar, toda la posesión podría ser para los Knicks. Con buen criterio, sacó la bola. Pues bien, J.R. no tardó ni 4 segundos en ejecutar un incomprensible tiro con 20 segundos de posesión aún por agotar, ¡y encima lo falló!.
Ese garrafal error, idéntico al que cometió Bargnani en un partido anterior, dio alas a Houston, que tuvo opción de triunfo. Los Knicks mandaron a Aaron Brooks a los tiros libres y éste no falló: 102-100. Última posesión para los de Woodson y nada. Ni Iman Shumpert, que hizo otro partidazo, ni Beno Udrih, acertaron. De este modo, los Knicks pasaban a perder cuando podrían haber engarzado 2 alucinantes victorias a domicilio en San Antonio y Houston. Y todo por su mala cabeza.
El partido estuvo muy equilibrado y New York jugó bastante bien presentándose con 8 de ventaja en el cuarto final (73-81), pero otra vez el último cuarto se le hizo muy cuesta arriba al equipo. Houston (balance de 22-13) terminó ganando con un James Harden excepcional. El barbudo jugador acabó con 37 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias, 5 triples y 12 libres sin fallo. Fue el indiscutible líder local y el MVP del partido.
Además, 17 puntos con 11 rebotes de Chandler Parsons y 15 tantos y 7 capturas en los aros de un normalito Dwight Howard. El dominicano Francisco García finalizó con 3 puntos y 4 rebotes.
New York solo perdió 9 balones y volvió a tener como hombres fuertes a un increíble Iman Shumpert (26 puntos, 5 asistencias y 6 triples de 6 intentos), cuyo tiro exterior se ha afinado hasta límites insospechados, y un siempre eficaz Carmelo Anthony (25 puntos y 8 rebotes). Tyson Chandler hizo 13 tantos y 11 rebotes. Lo malo del equipo estuvo en Andrea Bargnani y, sobre todo, J.R. Smith. Además, parece que el muro de enero le está llegando al novato Tim Hardaway Jr.
Atlanta 100 Golden State 101
Paul Millsap había fallado un tiro crucial con 100-98 a favor de su equipo y algo menos de 3 segundos por jugarse y Mark Jackson pidió tiempo muerto. Restaban 2,8 segundos para el final. Andre Iguodala sacó de banda para el 'killer' visitante, Stephen Curry, y de inmediato el defensor de Iggy, Pero Antic, se fue a ayudar en la defensa de Curry, un 2 contra 1 que le salió bien caro a Atlanta, porque Curry, listo donde los haya, dobló el balón a Iguodala y éste clavó un triple ganador sobre la bocina. Así se las gastan estos Warriors que ya acumulan 8 victorias seguidas.
Visto el partido, tal vez no era el momento de buscar el triple ganador y sí la prórroga, porque Golden State acumulaba hasta ese momento un 5 de 26 desde más allá del arco. Y tal vez, visto el partido también, Iggy no era el hombre ideal porque sólo había anotado 4 puntos. Pero no hay que subestimar el poder de Iguodala, uno de los mejores finalizadores de partidos de la NBA, y de estos Warriors ganadores.
Quizás la confianza mató a los Hawks, confiados porque dominaban 91-76 a falta de 6:48 para el final. Fue un gran error. En apenas 4 minutos y medio los visitantes fabricaron un parcial de 4-20 para adelantarse por mediación de un triple de Harrison Barnes (95-96) y meterse a 2:12 del final en un encuentro que tenían perdido y que al final ganaron.
Funcionaron en los californianos los de siempre y el equipo no bajó la guardia a pesar de tener tocado a Andrew Bogut. David Lee sumó 23 puntos y 8 rebotes y Stephen Curry tuvo un partido bipolar con grandes números (22 tantos, 8 rebotes, 9 asistencias y 5 robos), pero también importantes lagunas (1 de 7 en el triple y 9 pérdidas de balón). Klay Thompson, mientras, firmó 21 puntos y 6 pases de canasta para completar el triunvirato.
En Atlanta, no jugó Gustavo Ayón y fue titular Pero Antic, que brilló con 16 puntos, 7 rebotes y 4 de 6 desde el triple. Jeff Teague sumó 14 tantos y 7 asistencias, Shelvin Mack lo hizo muy bien y Paul Millsap acabó con un doble doble pero fallando 11 de sus 14 tiros a canasta.
Boston 92 New Orleans 95
Susto monumental en el TD Garden cuando en el último cuarto chocaron violentamente las cabezas del local Gerald Wallace y el visitante Ryan Anderson. Ambos quedaron en la pista, el primero sentado y el segundo tumbado. Y Anderson tuvo que se retirado en camilla y trasladado a un hospital.
A pesar de esa escena tan dura, los Pelicans se recuperaron para ganar el partido en un final muy apretado. Brian Roberts no falló desde los libres (92-95 a 6 segundos del final) y Boston no supo empatar en la última jugada. Jared Sullinger se quedó en el triple sin pase y terminó tirando él como pudo. No entró.
Los Pelicans, que rozan el 50% de victorias, tuvieron como grandes jugadores a Anthony Davis (23 tantos y 9 rebotes) y Tyreke Evans (16 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias), superando el discreto día de Eric Gordon y la mala jornada de Jrue Holiday. Eso sí, sus suplentes resultaron esenciales al meter 52 puntos, con el citado Evans, Brian Roberts y ex de Boston Greg Stiemsma a gran nivel.
Malos porcentajes de tiro de Boston, que rondó el 35%. Una deficiencia que equilibró con su gran actitud en el rebote que le llevó a capturar hasta 22 en la canasta contraria. Avery Bradley metió 22 puntos con 4 triples, Brandon Bass sumó 16 con 11 rebotes, Jared Sullinger también firmó un doble doble, Jeff Green añadió 16 tantos y Jordan Crawford dio 11 asistencias, pero hizo un penoso 2 de 14 en el tiro.
Denver 111 Memphis 108
Denver puso fin anoche a 2 semanas aciagas que le han supuesto 8 derrotas consecutivas y un notable bronca entre uno de sus jugadores más significativos, Andre Miller, y el entrenador, Brian Shaw.
No fue fácil desembarazarse de la mala racha. De hecho, el partido pudo desembocar en una prórroga, ya que con 111-108 tuvo Memphis el último ataque que no fructificó al fallar Mike Miller su intento triple.
Ganaron los locales con sus suplentes anotando 49 puntos. El mejor del equipo fue Ty Lawson con 18 puntos y 12 asistencias, si bien funcionaron igualmente bien Kenneth Faried, Timofey Mozgov y un Nate Robinson que venía de quedarse sin anotar en un par de partidos.
Memphis se quedó con la miel en los labios pese a las buenas actuaciones de sus 2 jugadores más importantes: Zach Randolph (25 puntos y 13 rebotes) y Mike Conley (23 tantos, 8 asistencias y 4 robos de balón).