No fue un regreso brillante, pero a buen seguro que su equipo, Golden State Warriors, anda muy feliz con su vuelta. Andre Iguodala se vistió anoche de corto ante Pelicans después de permanecer en el dique seco casi un mes, concretamente 25 días.
El alero de Golden State se lesionó el 22 de noviembre ante los Lakers, en unos días en los que las bajas de su equipo le obligaron a jugar de base, lo que requirió por su parte un esfuerzo físico extra que terminó pagando con una lesión muscular en los isquiotibiales de la pierna izquierda.
El jugador 'pegamento' de los Warriors promediaba hasta su lesión 12,9 puntos, 4,2 rebotes y 6,3 asistencias y ofrecía un gran nivel en los porcentajes de tiro.
Un regreso gris
Iguodala jugó anoche 17 minutos, un tiempo restringido en el que apenas pudo brillar. Y es que se le vio aún en vías de ponerse a tono.
Sus estadísticas ante Pelicans no pasaron de los 2 puntos y las 2 asistencias con un 1 de 4 en el tiro para una eficiencia de 0. Nada que ver con el nivel mostrado antes de caer en desgracia.
Entre medias hubo 25 días de baja y 12 partidos que se quedaron por el camino, 12 encuentros en los que no pudo ayudar a sus compañeros.