Portland dejó de ser hace días una simple anécdota y a cada día que pasa tiene más visos de realidad a medio plazo. El equipo de Oregón alcanzó su vigésima victoria de la temporada equiparándose solo a los Pacers. Lo hizo a lo grande, metiendo 139 puntos en Filadelfia, ganando por 34, anotando 21 triples, sumando 41 asistencias... exhibición en toda regla con LaMarcus Aldridge a la cabeza.
Mientras, New York y Miami ganaron sus partidos ante Atlanta y Cleveland. Carmelo Anthony lideró a los Knicks, con excelente partido de Pablo Prigioni, y el trío LeBron James-Dwyane Wade-Chris Bosh tiró de Heat. Lo de LeBron sigue siendo un trabajo fino camino de la perfección.
Además, victoria por 22 puntos de Toronto en Chicago con los Bulls en 77 puntos y el lituano Jonas Valanciunas a gran nivel.
Philadelphia 105 Portland 139
Se puede decir de Portland que es ese rayo que no cesa. Y cada día sus descargas elécticas hacen más daño al rival. Anoche, por ejemplo, Philadelphia 76ers quedó reducido a cenizas. No es una exageración.
Portland anotó el 56% de sus tiros de campo y bombardeó de forma inmisericorde a los locales metiendo 21 triples de 37 intentos. Es la segunda vez en 8 días que Blazers bate el récord de triples en un partido de la historia de la franquicia, lo que indica que no estamos ante un momento casual de felicidad. Pero es que, además, los visitantes sumaron 41 asistencias. Asistieron los chicos de Terry Stotts 41 de sus 52 canastas y acabaron ganando por 34 puntos con 8 jugadores en 10 o más puntos. ¡Porque Portland le metió 111 puntos en 3 cuartos a Sixers y 139 al final, la mejor marca de todos los equipos en lo que va de temporada!.
Con estas credenciales, hablar de claves concretas del partido parece sobrar. Simplemente, una apisonadora pasó por el Wells Fargo Center. Esa apisonadora se convierte en el segundo equipo que alcanza esta temporada las 20 victorias y lidera la Conferencia Oeste contra todo pronóstico.
Otra vez lideró a los suyos LaMarcus Aldridge. Hizo 20 puntos, 16 rebotes y 5 asistencias en 29 minutos. Nico Batum sumó 17 tantos y 9 asistencias, Damian Lillard añadió 16 con 6, Mo Williams brilló desde el banco y aún lo hizo más Dorell Wright, ¡que sumó 15 puntos en 11 minutos tras hacer un 5 de 5 desde el triple!.
Portland metió 79 puntos entre el segundo y el tercer cuarto, 24 minutos de locura. El partido había llegado con un resultado de All-Star al descanso: 64-71. Pero fue llegar el tercer cuarto y saltar todo definitivamente por los aires con un 15-40 en 12 minutos. Vía salvaje para conseguir una victoria salvaje.
En Sixers, Tony Wroten fue el mejor con 18 puntos, 6 rebotes y 7 pases de canasta en 24 minutos. Hollis Thompson sumó 17 tantos y Evan Turner tuvo una muy mala noche.
El local Daniel Orton y el visitante Meyers Leonard fueron expulsados en el último cuarto.
New York 111 Atlanta 106
Parece imposible, pero sucedió. Porque no resulta normal que un equipo que anota el 60,6% de sus tiros de campo, que mete 15 triples con un 47% de efectividad y que no falla un solo tiro libre en 48 minutos pierde el partido. Le ocurrió a Atlanta y la explicación es bien sencilla: ¡perdió 27 balones, el récord de pérdidas de todos los equipos en lo que va de temporada!. Esas 27 pérdidas le dieron 36 puntos a New York.
A partir de ese dato aterrador, cuarta victoria de los Knicks en los 12 encuentros que han disputado en el Madison. Mike Woodson se enfrentaba a su antiguo equipo y sacó rédito de la mejora del juego local, pero también del mayor cansancio de unos Hawks que venían de ganar la noche anterior tras una prórroga. A pesar de ello, Atlanta no tiró la toalla hasta el final.
Y bien podría haberlo hecho. Porque un triple de Carmelo Anthony y una doble de Andrea Bargnani, los 2 grandes focos ofensivos de Knicks anoche, pusieron a los neoyorquinos con 15 de ventaja (108-93) a menos de 2 minutos del final. Pero lo que está claro es que ser aficionado de los Knicks es sinónimo de no vivir tranquilamente ni situaciones como ésta. Y es que a 32 segundos del final los Hawks se habían acercado hasta un 108-102. Aún así, nunca peligró el triunfo local.
Melo encabezó la ofensiva neoyorquina con 35 puntos, bien apoyado por los 23 de Bargnani y secundado por la experiencia impagable de Pablo Prigioni, que resultó pieza esencial en el triunfo. El argentino volvió a ser titular y ejerció de hombre importante en el parcial de 11-0 que puso a los Knicks en disposición de ganar en el último cuarto. El base de Río Tercero acabó con 11 puntos, 6 asistencias y 4 robos en 31 minutos, metió triples de 6 intentos y anduvo excelente.
Bien la segunda unidad local con Tim Hardaway Jr. a la cabeza y mal los titulares Iman Shumpert y J.R. Smith, que nos dejó la imagen de la noche al permanecer sentado en el banquillo en los minutos decisivos. Bien merecido se lo tenía.
Por Atlanta, enorme Louis Williams (27 puntos y 6 triples), cuyo buen trabajo contrastó con la mala noche de Jeff Teague. Paul Millsap acabó con 18 tantos, 8 rebotes y 4 recuperaciones, Al Horford hizo 17 tantos y 6 rebotes en 34 minutos y Kyle Korver metió 4 triples y sigue a lo suyo.
Miami 114 Cleveland 107
Miami se complicó la vida de mala manera. Tras una gran primera parte, sufrió en demasía en la recta final del partido, aunque acabó resolviendo porque le sobra calidad al equipo de Erik Spoelstra. Y no hablo solo de calidad ofensiva.
Los Heat resolvieron apretando en defensa cuando estaban contra las cuerdas. Tras un clarísimo 68-52 al descanso, los locales llegaron a tomar 19 de ventaja en el tercer cuarto, pero un parcial de 0-8 reubicó a Cavaliers en el partido. Eso sí, lo que nadie podía imaginar es lo que vino después.
Eso que vino fue la gran sorpresa. Porque 5 puntos consecutivos de Matthew Dellavedova y canastas de Jarrett Jack y Dion Waiters pusieron un increíble 91-95 a favor de los Cavs a 7:24 del final. Fue a partir de ahí cuando Miami se lo tomó completamente en serio y entabló una carrera contra el reloj, un sprint a muerte. Ese sprint dejó durante más de 3 minutos a Cleveland sin anotar una canasta en juego y Miami impuso su ley con muchos jugadores aportando en esos momentos en ataque y en defensa.
Antes, todo lo había hecho el big three local. Para empezar, James y Wade terminaron el primer cuarto con 23 puntos y un 10 de 10 en el tiro de campo. Ya en el descanso, la pareja más Bosh sumaba 53 de los 68 puntos del equipo y lo hacía con grandes porcentajes. Wade llevaba 20 tantos, Bosh 18 y James 15 sin fallar un solo lanzamiento.
El trío fue el eje del triunfo. LeBron concluyó con 25 puntos, 9 rebotes, 9 asistencias, 4 robos y un 9 de 12 de campo. Wade añadió 24, Bosh se fue a 22 con 12 rebotes y Chris Andersen metió el quinto triple de su carrera, sus únicos puntos del encuentro.
Cleveland protagonizó una gran reacción en el tercer y cuarto cuarto. En el tercero dejó a Heat en 16 puntos y en el cuarto se llegó a adelantar en el luminoso. Kyrie Irving firmó 19 puntos y 4 robos, Dion Waiters y Tristan Thompson metieron 16 cada uno y los suplentes amasaron 53 tantos.
Chicago 77 Toronto 99
Rudy Gay parece tener una extraña tendencia a hacer mejores a los equipos que deja. Sucedió con Memphis, que siempre jugó mejor sin él, y empieza a ocurrir con Toronto, que anoche le dio un serio rapapolvo en el United Center a unos Bulls lamentables en ataque.
El desastre de los Bulls culminó en el cuarto cuarto al anotar solo 11 puntos. El equipo local terminó con un 36% en el tiro y de poco sirvió la reaparición de un Luol Deng que, además, fue el máximo anotador de Chicago con 17 tantos. Joakim Noah firmó un doble doble sin brillo y Carlos Boozer fue el mejor ejemplo de desastre ofensivo, el espejo en el que pudo mirarse un equipo que solo anotó 77 puntos.
Sin Kirk Hinrich poniendo un cierto orden desde el puesto de base, andaba lesionado, la cosa fue aún a peor y ahora mismo, aunque parezca mentira, Bulls y Raptors empatan en la clasificación con un 9-13.
En Toronto, el máximo anotador fue Kyle Lowry con 16 puntos, pero el mejor jugador fue el lituano Jonas Valanciunas con 15 puntos, 11 rebotes y 4 tapones. Eso sí, todo el equipo estuvo muy metido en el juego. Segundo partido de Greivis Vásquez con la escuadra canadiense. El venezolano sumó 7 puntos, 6 asistencias y 0 pérdidas en 17 minutos. Al menos, con Toronto tiene opciones de playoffs, opciones de las que carecía con Sacramento.