Minnesota Timberwolves finiquitó su partido ante New Orleans Pelicans en el tercer cuarto tras sentar las bases del triunfo en la primera parte.
Esta vez, Kevin Love no fue el elemento esencial del equipo y la victoria se fraguó a través de jugadores como Nikola Pekovic, que dominó la pintura, Ricky Rubio, que dirigió excelentemente e hizo un partido muy completo, o Kevin Martin, que hizo un gran tercer cuarto. Además, grandes números de J.J. Barea, que ejerció de microondas saliendo desde el banquillo, aunque anotó buena parte de sus puntos con el partido ya resuelto.
Mientras, los Clippers destrozaban en la segunda parte a unos Bobcats que solo fueron capaces de meter 29 puntos tras el descanso. A la brillantez de Chris Paul y Blake Griffin se unió esta vez el acierto desde el triple de Jared Dudley.
Minnesota 124 New Orleans 112
Partido entre equipos que luchan en régimen de igualdad en la tabla del Oeste y triunfo local que coloca a los Wolves con un equilibrado 16-16 y a los Pelicans con un 14-16.
La superioridad de Minnesota resultó manifiesta. La primera parte la solventaron los locales con un claro 61-47 y en el tercer cuarto rompieron definitivamente el partido anotando 36 tantos y yéndose al inicio del cuarto final con 24 puntos de ventaja (97-73). Y es que los de Rick Adelman llegaron a gozar de una ventaja de 30 puntos antes de relajarse totalmente en la recta final del partido y encajar 39 puntos en los últimos 12 minutos.
Esta vez, no fue Kevin Love el elemento desequilibrante de Timberwolves. Love hizo 21 puntos, pero ni estuvo brillante en el rebote, ni preciso en el tiro. Y es que el nivel adquirido por este jugador en partidos anteriores fue impresionante. En realidad, el partido fue de otros. De Nikola Pekovic, por ejemplo, que metió 22 puntos y dominó la pintura a un gran nivel cortando las alas al joven Anthony Davis. Pero también de los hispanos Ricky Rubio y José Juan Barea, que brillaron sobremanera, especialmente el primero, ya que J.J. aprovechó para destacar con el encuentro ya decidido.
El español tuvo un día maravilloso. Hizo 14 puntos, capturó 8 rebotes, dio 9 asistencias y robó 3 balones. Además, tuvo excelentes porcentajes, dirigió a su equipo con gran solidez y hasta puso 2 tapones. Sumó 31 de valoración en 33 minutos. Y el puertorriqueño no le anduvo a la zaga. Espectáculo anotador el suyo al encestar 17 puntos en 18 minutos con 3 triples en su cuenta y 5 asistencias. Excelentes ambos. Minnesota tuvo a un Kevin Martin que también brilló con 20 puntos tras un gran tercer cuarto y a nivel colectivo el equipo presentó un 55,7% en el tiro de campo, metió 124 puntos y tuvo a 7 jugadores en dobles dígitos anotadores.
New Orleans recuperó a Eric Gordon, que no brilló, y no dispuso del mejor Anthony Davis. La defensa del equipo resultó muy deficiente y al mal rendimiento colectivo contribuyeron los problemas de faltas del propio Davis y de Jrue Holiday, su hombre más brillante anoche. Ryan Anderson metió 25 puntos y Jrue Holiday se fue a 19 jugando solo 22 minutos. Tyreke Evans, mientras, volvió a ser su mejor suplente.
L.A.Clippers 112 Charlotte 85
También los Clippers ganaron fácil su compromiso de Año Nuevo. Eso sí, a partir del descanso, ya que al intermedio del encuentro se llegó con un 56-56 que hablaba bien a las claras de la extrema igualdad en el juego.
A partir del tercer cuarto la cuestión cambió radicalmente. La defensa local subió su intensidad y el ataque visitante se espesó hasta límites insospechados. De hecho, Charlotte anotó 29 puntos en una segunda parte en la que fue borrado como equipo del mapa. El parcial, 56-29, indica claramente el nivel de superioridad del equipo de Doc Rivers, que disfrutó de un gran Jared Dudley desde el tiro exterior y de un final de partido demoledor de Blake Griffin.
Los locales anotaron el 55% de sus tiros y metieron 11 triples por 6 de su rival. Es más, Jared Dudley metió él solito tantos triples como todo el equipo de los Bobcats. Dudley anotó 20 puntos con una serie de 6 triples de 9 intentos y brilló especialmente en el tercer cuarto. Mientras, el dúo Griffin-Paul no falló tampoco esta vez. El ala-pívot firmó 31 puntos (llegó a hacer 13 consecutivos en el último cuarto) y 12 rebotes con un 14 de 20 en el tiro de campo y el base se fue a 17 tantos más 14 asistencias. Y Byron Mullens se permitió el lujo de meter 2 triples estando tan solo 1 minuto de basura en la pista.
El rendimiento del equipo local en la segunda parte resultó demoledor. Por cierto, Clippers sumó 36 asistencias, su mejor marca de la temporada. El equipo californiano sigue muy firme en casa con 14 victorias en 17 partidos.
Charlotte tuvo a su quinteto inicial en dobles dígitos anotadores pero ninguno de sus integrantes alcanzó los 15 puntos. Sus máximos encestadores fueron Kemba Walker y Al Jefferson con 14, éste último atrapando además 12 rebotes.