Al ex jugador de Nuggets, Raptors, Kings y Jazz Keon Clark le queda por delante una buena temporada en prisión. Clark ha sido condenado en su ciudad natal, Danville (Illinois), a un total de 8 años de cárcel tras declararse culpable de varios de los 10 cargos de que se le acusaba.
La condena de Clark, de 38 años, es el último capítulo, por ahora, de un largo historial de problemas con el alcohol y otras drogas que acabaron prematuramente con su carrera y le han llevado, tras su retirada, a tener continuos problemas con la justicia.
En 2006 fue condenado a 2 años y medio de cárcel, pero aquella condena fue anulada más tarde por irregularidades en el procedimiento. Ya entonces, Clark reconoció ante el juez que sus problemas con el alcohol venían de lejos, de su época como jugador, y que “nunca jugué un partido sobrio, por desgracia”. Según dijo entonces, se bebía entre un cuarto y medio litro de ginebra diario e incluso lo hacía en los descansos de los partidos.
Esos problemas, llevaron al ala-pívot de 2,11 formado en la Universidad de Nevada-Las Vegas a desaparecer de la liga en 2004, con 29 años, tras jugar 353 partidos en los que promedió 8,2 puntos y 5,9 rebotes. Tras su retirada, sus problemas con el alcohol y las drogas no sólo no desaparecieron, sino que se agravaron y le llevaron a ser detenido por la policía en numerosas ocasiones.
Acuerdo con la fiscalía
El martes compareció ante los tribunales del condado de Vermilion (Illinois), en el que se ubica la ciudad de Danville, fronteriza con Indiana, y del vecino condado de Edgar acusado de posesión de armas, drogas y de conducir bajo los efectos del alcohol, cargos derivados de las hasta 5 ocasiones en que había sido detenido a lo largo de 2012 y 2013 y agravados por la existencia de antecedentes previos, ya que estaba en libertad condicional.
Clark llegó a un acuerdo con la fiscalía para evitar la celebración del juicio declarándose culpable de dos de los cargos, posesión de armas por un convicto y conducción bajo los efectos del alcohol con una licencia revocada, a cambio de la retirada del resto de acusaciones.
Pese a ello, la sentencia, dictada este miércoles, no ha sido precisamente blanda. Clark, que no pudo evitar las lágrimas al dirigirse al tribunal antes de escuchar la sentencia, tendrá que cumplir 2 condenas consecutivas de 4 años de cárcel, una en cada uno de los condados en los que existían acusaciones sobre él, lo que hace un total de 8 años en prisión. No podrá optar a la libertad condicional hasta cumplir al menos la mitad de la condena total.
Los abogados del ex jugador han solicitado al juez que recomiende su ingreso en un centro correccional en el que pueda recibir tratamiento contra sus adicciones, ya que “es la causa de la mayoría de sus problemas”.