A Brooklyn Nets parece que le ha mirado un tuerto. Su entrenador, Jason Kidd, comprueba como es imposible poder reunir a todas su estrellas en una convocatoria y ahora añade una baja más a las lista de jugadores en el dique seco: Paul Pierce.
Pierce se lesionó la mano derecha el pasado viernes en el partido que su escuadra jugó ante Houston Rockets y el equipo ha informado hoy de que sufre una fractura sin desplazamiento en el tercer metacarpiano, lo que le obligará a parar entre 2 y 4 semanas.
La lesión le llega a Pierce en una temporada que ha iniciado con muy mal pie. El ambicioso proyecto de los Nets no funciona de ningún modo al acumular ya 12 derrotas en 17 encuentros y el rendimiento de Pierce está siendo el peor de su carrera profesional.
Nunca había tenido números tan discreto en la NBA el alero californiano. Promedia 12,4 puntos y 4,9 rebotes en 15 partidos jugando 29 minutos, mete el 36,8% de sus tiros de campo y el 26,8 de sus triples.
El sábado fue Alan Anderson el que reemplazó al lesionado Pierce en el quinteto inicial de Kidd.