Mientras dormía plácidamente y rodeado por su familia, falleció ayer a los 85 años de edad el ex jugador de la NBA Vern Mikkelsen, que formó parte fundamental en la década de los 50 del siglo pasado de aquellos Lakers, aún instalados en Minneapolis, que empezaron a escribir la historia de la liga.
Mikkelsen, que ingresó en el Salón de la Fama en 1995, fue 4 veces campeón con los Minneapolis Lakers, el único equipo que conoció en sus 10 temporadas como profesional entre 1949 y 1959. En 6 ocasiones fue elegido para el All-Star y en 4 formó parte del segundo mejor equipo de la liga.
Su familia era de origen danés y aunque él nació en California, creció en Minnesota y allí pasó toda su vida, tanto la deportiva, primero en la Universidad de Hamline y más tarde en los Lakers –nutridos en buena parte por aquel entonces de la vecina universidad-, como los muchos años que vinieron después, siempre cercano a la escena deportiva local en la que era prominente y apreciada figura.
Actualmente vivía en Wayzata, una pequeña localidad al oeste de Mineápolis situada al borde de uno de los innumerables lagos del gélido estado norteño que dieron origen al nombre de la franquicia que hoy en día se asienta en Los Ángeles.
Con los Lakers anotó más de 10.000 puntos y capturó casi 6.000 rebotes en 699 partidos de temporada regular. También mantiene a día de hoy un curioso récord, el de ser el jugador que más veces ha sido eliminado por faltas en la historia de la NBA, nada menos que en 127 ocasiones.
Su camiseta con el número 19 fue retirada por la franquicia de Minneapolis y su nombre, aunque no su jersey, aún figura en las alturas del Staples Center junto a los de sus compañeros de aquel entonces, George Mikan, Jim Pollard, Slater Martin, fallecido el año pasado, y Clyde Lovellette y el del técnico que les hizo campeones, John Kundla, primer entrenador en ganar 3 títulos seguidos, entre 1952 y 1954, en la historia de la liga.
Sólo los 2 últimos -Kundla, con 97 años, es el miembro vivo del Salón de la Fama de mayor edad- sobreviven de aquel lejano, pero inolvidable para los que lo conocieron, equipo pionero que empezó a forjar la historia de la NBA y de los Lakers. Un equipo del que Mikkelsen, al que hoy tristemente despedimos, fue parte esencial.